Madrid.- Rocío Cortés, una mujer de 25 años quien era trasladada a otra área del Hospital Virgen de Valme en España, falleció luego de que el elevador le cortara la cabeza al quedarse atorada la camilla en que viajaba.

La terrorífica situación se dio luego de que diera a luz a su tercer hijo, y de esta manera la fecha que debería ser motivo de felicidad se convirtió en una tragedia.

De acuerdo con medios locales el elevador tuvo una falla y la camilla quedó atrapada dentro del elevador antes de que al enfermero le diera tiempo de sacarla, dando lugar al horrible suceso.

Ante esto la consejera de Salud, Marina Álvarez, atribuyó el hecho a una falla del sistema. "Había pasado todos los controles y cumplía con la reglamentación", dijo asegurando que se Junta abrió una investigación para verificar si se trató de un accidente inusual.

Exigen justicia

El padre de Rocío, Juan Manuel Cortés, precisó que la denuncia se dirigirá, sobre todo, contra el hospital y contra la empresa responsable del mantenimiento del ascensor. «Es algo muy fuerte. Me han quitado a mi hija con 25 años», clamó.

Rocío había nacido en 1991, pero aún no tenía los 26 años, porque vino al mundo un 19 de diciembre. Era la quinta de siete hermanos y para su padre era su «niña bonita».

Fernando, uno de los hermanos de las víctima, aseguró ayer que sus padres y su marido, José, siguen «destrozados», al igual que el resto de familiares y amigos. «Esto es un trauma para siempre. No tiene lógica lo que pasó. Denunciaremos a todos los responsables de la muerte de mi hermana, caiga quien caiga y llegaremos hasta el final», enfatizó.

La bebé de la fallecida, de nombre Triana, se encuentra estable e ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos de neonatos del Hospital Virgen del Rocío debido a una cardiopatía congénita, por lo que requerirá en unas semanas de una intervención quirúrgica.