El viaje es tan corto
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El viaje es tan corto
Hace unos días me llegó esta reflexión que me pareció certera y muy útil para recordar lo verdaderamente importante. Pues aparentamos vivir pero en ocasiones vivimos en el pasado, o en el futuro, sin “vivir” realmente el viaje de nuestra vida. Te invito a detenerte conmigo un momento y revisar de qué manera vives tu viaje. “El viaje es corto… para tomar vinos malos” Una anciana se subió a un autobús y tomó su asiento. En la siguiente parada, una joven mujer, fuerte y gruñona subió y se sentó bruscamente junto a la anciana, golpeándola con sus numerosas bolsas. Al ver que la anciana se mantenía en silencio la joven le preguntó por qué no se había quejado cuando la golpeó con sus bolsas. La anciana respondió con una sonrisa:
- “No es necesario ser maleducada o discutir sobre algo tan insignificante, ya que mi viaje a tu lado es tan corto porque me bajaré en la próxima parada.” Esta respuesta merece ser escrita en letras de oro:
“No es necesario discutir sobre algo tan insignificante, porque nuestro viaje juntas es muy corto.” Cada uno de nosotros debe comprender que nuestro tiempo en este mundo es tan corto, que oscurecerlo con peleas, argumentos inútiles, celos, resentimientos, no perdonar a los demás, el descontento y una actitud de averiguación constante es una ridícula pérdida de tiempo y energía.
¿Alguien rompió tu corazón? Tranquilízate, suelta, perdona, libera. El viaje es muy corto. ¿Alguien te traicionó, intimidó, engañó o humilló? Tranquilízate. No cargues con odio y rencor, perdona. El viaje es muy corto. ¿Alguien te insultó sin razón? Tranquilízate. Ignora, recuerda que el enojo de los demás la mayoría de las veces es con ellos mismos no contigo. El viaje es muy corto. ¿Alguien hizo ese comentario que te enfadó? Tranquilízate, no te tomes las cosas personal, no agrandes las situaciones, suéltalo y perdona. El viaje es muy corto. Cualesquiera que sean los conflictos que se me presenten con alguien, recordemos que nuestro viaje juntos es muy corto. Nadie sabe la duración de este viaje. Nadie sabe cuándo llegará su parada. Nuestro viaje juntos es muy corto. Aprecia a tus amigos y familiares.
Seamos respetuosos, amables y perdonémonos los unos a los otros. Vivamos llenos de gratitud y alegría. Después de todo, nuestro viaje juntos es muy corto. ¿Cuántas veces somos agresivos con los demás? ¿Cuánto hemos dejado de disfrutar o gozar por estar envenenados por alguna persona o circunstancia? ¿Cómo vivo mi viaje? ¿Lo vivimos a plenitud o lleno de enojos, insatisfacciones y resentimientos? ¿Cuántas veces realizamos las cosas sólo por un interés propio? ¿De que manera nutro o aporto en la vida de los que me rodean? El viaje de nuestra vida es tan corto, para desperdiciar los momentos, las personas valiosas, los recuerdos que se atesoran en el alma.
Recordemos hoy que este día, este momento, esta vivencia familiar, este reto, esta carencia, esta dificultad… es temporal. Todo gozo o toda prueba es temporal, y no regresa. Y es parte del milagro de la vida, del milagro que hoy Dios nos permite vivir para agregar “una experiencia” en el libro de nuestra vida, para enriquecernos, para convertirnos en un mejor ser humano. Agradezcamos a Dios la oportunidad de recorrer este viaje, de caminarlo, de saborearlo, de ser alumnos y ser maestros de quienes nos acompañan. Así sea un desconocido el que aparece el día de hoy en mi viaje. Como diría Santa Madre Teresa de Calcuta, “Que nadie venga a ti sin irse mejor y más feliz.”