El verdadero ‘gasolinazo’
Usted está aquí
El verdadero ‘gasolinazo’
El sistema fiscal mexicano es hartamente ineficiente. El Gobierno recauda poco y nos cuesta mucho; tenemos un Gobierno “obeso” e ineficiente; el Gobierno regresa muy poco a la sociedad en infraestructura, bienes y servicios de muy mala calidad; y finalmente, el sistema tiene fugas por la espeluznante corrupción de la clase política.
La solución al modelo fiscal no puede venir solamente pretendiendo elevar la recaudación. Ésta debe ser integral, debemos elevar la recaudación porque se cayeron los ingresos petroleros, pero tenemos que bajar el costo del Gobierno; debemos exigir que se eleve el gasto de inversión y que los bienes y servicios que presta el Gobierno sean de muy buena calidad y se alineen a las prioridades nacionales. Finalmente, habrá que eliminar las grandes fugas del sistema combatiendo seriamente la corrupción y no simulando.
El “gasolinazo” deriva de una decisión del Gobierno Federal que busca elevar la recaudación (mediante el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, IEPS) y reducir un gasto a través de la eliminación del subsidio a las gasolinas. El problema es que nuestro Gobierno decidió esto sin comprometerse a hacer eficiente el modelo fiscal como lo hemos sugerido; es decir, al Gobierno se le hizo fácil trasladar su ineficiencia a los contribuyentes y a los consumidores sin tomar ninguna acción para reducir sus gastos y sus privilegios.
La bomba tronó porque para nuestro Gobierno, la solución es sólo recaudar más, y no propusieron reducir gastos, mejorar servicios y combatir la corrupción.
El IEPS y el mecanismo para el cálculo del precio máximo de las gasolinas se aprobaron en una minuta de 2015, y entraron en vigor para 2016 y 2017 a partir del primero de enero de 2016. El IEPS se acordó como cantidad, no como porcentaje; y quedó aprobado y publicado en la Gaceta Parlamentaria del 29 de octubre de 2015, en el anexo V, donde se específica en el artículo 2º, fracción I, inciso D, que para las gasolinas menores de 92 octanos la cuota será 4.16 pesos, y para gasolina mayor o igual a 92 octanos de 3.52 pesos por litro. Y estas cantidades se ajustarán anualmente por un factor de actualización que publicará la SHCP.
En esa misma minuta, en las disposiciones transitorias, en el artículo 5º, fracción III, se señala que para los ejercicios fiscales de 2016 y 2017, la SHCP establecerá una banda con valores máximos y mínimos para los precios de las gasolinas, “considerando la evolución observada y esperada de los precios de referencia internacionales”. La banda aplicable a estos ejercicios fiscales se deberá publicar a más tardar el 31 de diciembre del año inmediato anterior. El mismo transitorio señala la fórmula con la que a partir del 1 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2017, la SHCP establece mensualmente los precios máximos al público con base en lo siguiente: P. máximo= P. referencia + Margen + IEPS + Otros. Ésta es la fórmula que calcula los precios que entraron en vigor el 1º de enero de 2016 y 2017.
Es decir, el “gasolinazo” entró en vigor desde el 1 de enero de 2016. La fórmula y el IEPS que fijan el precio de las gasolinas entraron en vigor desde enero de 2016, no fue en este 2017. Aprovecho para dejar claro que dicha minuta la voté en contra.
El “otro gasolinazo” lo tenemos desde hace muchos años cuando Profeco otorga permisos para que los gasolineros no vendan litros completos y los extorsiona para que paguen la “mochada” correspondiente, y los amenaza diciéndoles que pobre de aquél que se niegue a pagar “mordida” o decida vender litros completos porque entonces se le aplicará “todo el peso de la ley”.
Los servicios y subsidios del Gobierno los pagamos todos con nuestros impuestos y la renta petrolera, no son gratis. Nada de lo que hace el Gobierno es gratis, nos cuesta mucho y recibimos servicios incompletos y de muy mala calidad.
Yo estoy en contra de que siga subiendo la corrupción, la impunidad, la delincuencia, los malos servicios públicos, los abusos de poder, los empresarios que lucran del erario a base de corrupción y tráfico de influencias, el conflicto de interés de la alta burocracia, el dispendio en el gasto, los privilegios de la clase política, y los recursos públicos a los partidos.
¿Ustedes que harían?, preguntó EPN. Pues combatir todo eso.
@ClouthierManuel