Barcelona. “O tenemos un buen día o el Villarreal nos pondrá problemas. Los jugadores lo saben y no es difícil motivarles”. La sentencia de Luis Enrique resumiría a la perfección el último partido del Barcelona antes del Clásico.

En puertas del último parón liguero previo al duelo frente al Real Madrid, en el Camp Nou se entiende primordial mantener la racha de resultados frente a un Villarreal que ha perdido sus últimos seis partidos frente al equipo azulgrana y al que no le gana desde marzo de 2008.

“Están arriba como en los últimos años”, convino el entrenador asturiano al referirse a Submarino Amarillo, del que no duda que será uno de los protagonistas “esta temporada”.

Con todo, en el Barcelona se entiende necesario mantener la buena racha de resultados contra el Villarreal. Se acaba un “ciclo de partidos” que ha provocado buenas sensaciones en el vestuario del campeón, donde los goles de Suárez y Neymar han catapultado la confianza de un Barcelona que ha sabido resistir con nota la ausencia de Messi y que ha antepuesto, sin problemas, los resultados a la brillantez.

Sólo las lesiones enturbian en cierta medida el ambiente alrededor del equipo. La última, de Rakitic, pone en el escenario la necesidad de Luis Enrique a la hora de encontrar un once ideal con el que imponerse al Villarreal y encarar el Clásico. Y en ese aspecto las dudas no son un secreto.

Entre el 4-3-3 clásico y prometido por el entrenador desde el primer día y un cambio de registro recolocando las piezas en el campo, lo que se vea este domingo contra el Submarino Amarillo se podrá tomar como una declaración de intenciones del técnico.

Munir podría acompañar a Neymar y Suárez en el ataque, de la misma manera que los dos cracks podrían estar solos arriba, entrando quizá Gumbau en el medio para juntarse con Busquets, Sergi Roberto e Iniesta. En ese supuesto, sustituir el nombre de Gumbau por Mascherano, que podrá reaparecer en el Bernabéu, y colocar como pareja de Piqué a Vermaelen se entiende como una idea preferente de cara al choque frente al Real Madrid.

“No se puede contemplar un partido con el Villarreal como una prueba”, avisó uno de los colaboradores de Luis Enrique, dando por sentado que en el vestuario azulgrana no se piensa en el Real Madrid.