Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), anunció una política pública en beneficio de los burócratas, de los habitantes de la capital y del medio ambiente, medida que impactará de forma positiva en la calidad del aire que se respira en la capital del País: el programa Trabajo desde Casa.

La propuesta de Mancera se presenta en el marco de las estrategias que ejercen el Gobierno de la República y la CDMX para atenuar los índices de contaminación del aire.

Las estrategias para lograr los objetivos son varias: para empezar, se sabe que 222 mil empleados realizarán sus labores un día a la semana desde sus casas. La medida a muchos les parecerá descabellada, sin embargo, se estima que tan sólo el día que éstos trabajen desde sus domicilios, dejarán de emitir contaminantes a la atmósfera 150 mil de los más de 2 millones de vehículos que están registrados en la Ciudad de México. Un día a la semana estos armatostes se quedarán encerrados en sus cocheras.

El gobierno de Mancera da un paso adelante en establecer acciones de fondo para combatir la contaminación ambiental. En los últimos meses, los habitantes de la Ciudad de México han sido sometidos a la peor calidad de aire de los últimos 14 años. 

La compañía internacional AT&T estableció un programa piloto para trabajar desde casa, el resultado fue un aumento en la productividad laboral, una satisfacción personal de los colaboradores, aunado al ahorro de los más de 50 millones de galones de combustible que dejaron de consumirse. Si contamos las toneladas de emisiones vehiculares que se evitaron, el resultado de este ejercicio es en extremo amigable con el medio ambiente y con el ser humano.

Otro beneficio de realizar el programa de Trabajo desde Casa, es el fortalecimiento de las relaciones interfamiliares; los padres y madres están en mejores condiciones físicas y psicológicas para llevar a cabo su trabajo y supervisar a sus hijos. El  nivel de estrés baja, permitiendo una mejor dinámica en el seno de la familia. 

Recordemos que la desintegración familiar empezó cuando las madres dejaron el hogar para entrar a la competencia laboral.  Vivimos aún las devastadoras consecuencias de dicho proceso, bajo la forma de drogadicción juvenil, embarazos adolescentes, asaltos a residencias domésticas, y en general una fractura profunda y duradera del tejido social, que tardará varias décadas en recomponerse.

Al establecer el programa Trabajo desde Casa, Mancera posiciona un nuevo paradigma ecológico y laboral. Éste deberá ir acompañado de una metodología de seguimiento, para registrar los muchos beneficios que promete, hasta ahora sólo en el papel.

La propuesta suena a chunga y chiste. No lo es. Es una acción inteligente, medible en el corto tiempo con beneficios directos e indirectos. El Trabajo desde Casa en pocos años deberá permear a la mayoría de las organizaciones públicas y privadas, al menos de la Ciudad de México, esa entidad tercermundista arrojada por una ironía de la historia al devastado terreno de la ciencia ficción.

El cambio climático demanda tomar medidas extremas para dejar de emitir gases de efecto invernadero (GEI) al ambiente. En las provincias internas de oriente —entiéndase Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas— deberán tomarse acciones urgentes para revertir el calentamiento global, antes de que el destino nos alcance.

En Saltillo nos ufanamos de tener dos escobas, una de plata que fue otorgada el año 2012 y la Escoba de Oro entregada en España esta semana a Isidro López Villarreal. Sería bueno que el Alcalde empiece a usarlas personalmente, para despejar las banquetas de la capital de tanto salvaje automovilista que se ha apropiado del espacio de los peatones. 

De este problema, desgraciadamente muy saltillero, me ocuparé el próximo domingo (La capital de Coahuila tiene pésimas banquetas, y éstas han sido tomadas por asalto para usarlas de estacionamiento vehicular…).

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JESÚS CARRANZA