“El Sur también existe”… El legado de Benedetti a 100 años de su nacimiento

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“El Sur también existe”… El legado de Benedetti a 100 años de su nacimiento

Mi encuentro con Benedetti sucedió en 1979 en la librería Zaragoza de mi natal Saltillo. Andaba buscando novelas de Borges cuando se me apareció un libro pequeño que contenía la novela: “La Tregua” y decidí probar suerte con este desconocido uruguayo.

La lectura me sumergió un fin de semana y me hechizó, a la fecha, con el autor de voz grave que igual triunfó en la poesía que en la prosa.

Residió en Paso de los Toros, su tierra natal en Uruguay, junto a su familia sólo durante los primeros tres años de su vida. La familia luego se trasladó a Tacuarembó por asuntos de negocios. Tras una fallida estadía en ese sitio, se trasladaron a Montevideo, cuando Mario Benedetti contaba con 4 años. Inició sus estudios primarios en 1928, en el Colegio Alemán de Montevideo, de donde es retirado en 1933. En consecuencia, ingresa al Liceo Miranda por un año. Sus estudios secundarios los realizó de manera incompleta en 1935, en el Liceo Miranda, para continuar de manera libre por problemas económicos. Desde los 14 años trabajó en la empresa Will L. Smith, S. A., repuestos para automóviles, y luego de ello se desempeñó en múltiples oficios para ganarse la vida (recadero, empleado en una inmobiliaria, taquígrafo, funcionario público). El 23 de marzo de 1946 contrae matrimonio con Luz López Alegre, su gran amor y compañera de vida. Entre 1938 y 1941 residió casi continuamente en Buenos Aires, Argentina. Benedetti en los años sesenta apoyó al movimiento Tupamaros a través de trabajos periodísticos y sobre todo poéticos, lo que le ocasionó una persecución política que lo obligó a exiliarse en Cuba, Perú, Argentina y España desde el golpe de estado militar en 1973 y hasta 1985.

Editor de periódicos y revistas de definida ideología de izquierda con un humanismo claro, muy sui géneris, que posteriormente fue guía de presidentes de Uruguay como José Mujica y Tabaré Vázquez, militantes del Frente Amplio Uruguayo.

En 1985 regresa a su tierra encontrando las condiciones óptimas para continuar con su obra como escritor más consagrado y maduro, con plena libertad para empaparse con el ambiente de sus pueblos y ciudades y el espíritu de patria que había quedado en el rincón de los recuerdos de su finca, en las afueras de Montevideo.

“No te rindas, aún estás a tiempo / de alcanzar y comenzar de nuevo, / aceptar tus sombras, / enterrar tus miedos,/ liberar el lastre,/ retomar el vuelo. / No te rindas que la vida es eso, / continuar el viaje, / perseguir tus sueños, / destrabar el tiempo, / correr los escombros, / y destapar el cielo”. Escribe el poeta en una de sus innumerables obras.

Inventario 1 y 2 sintetizan su obra poética, “Gracias por el Fuego”, “Primavera con una Esquina Rota”, “Montevideanos”, “La Borra en el Café” y “Quien de Nosotros” en la novela.

En unión de Joan Manuel Serrat produce un disco llamado “El Sur También Existe”, a su vez título de un poema, esta edición discográfica contiene maravillosos arreglos de poemas como: “El Sur También Existe”, “Compañera”, “De Árbol a Árbol”, “Vas a Parir Felicidad”, “Currículum”, “Habanera”; esto en 1985 en acetato de 38 revoluciones que fue un éxito en ventas y marcó a una generación.

Rejego a los homenajes, recibió varios doctorados honoris causa en Latinoamérica y Europa, sus críticos refieren que su estilo es superficial a los temas que toca, “el autor de la novela ‘Quién de Nosotros’, quizá su libro más descollante, prefería utilizar el lenguaje cotidiano y entenderse con sus lectores a través de la comunicación coloquial. Sus piezas, que son pequeños artefactos desnudos de oropel, se basan en la utilización de enunciados cortos que, una y otra vez, apelan al efectismo. Sus frases, que contienen sus pequeños dardos de melodrama y sentimentalismo, a la distancia ya sólo son capaces de asombrar a los lectores novatos.

“A Benedetti jamás le interesaron los esquemas métricos, y lo más que hizo fue utilizar una o dos rimas de repertorio para ir forzando la armonía. Aunque sus piezas observan buena consonancia y simetría estructural, lo cierto es que adolecen de cadencia”. Ricardo Sevilla.

El fallecimiento de Luz, su mujer durante 60 años, trajo el decaimiento de su salud, partiendo en 2009 a los 88 años. Este 2020 su festejo centenario no puede ser opacado por un virus recalcitrante y complejo, Benedetti venció a la opresión que es más incisiva y duradera. El legado del uruguayo es, en poesía, la forma más inflamada de la razón. “Y en la calle codo a codo, somos mucho más que dos”.