Ciudad de México. Las ventas de la cadena de tiendas El Súper, filial de la empresa Chedrahui en Estados Unidos, acumulan dos años de caídas consecutivas, aseguró el Sindicato de Trabajadores Unidos de la Alimentación y el Comercio (UFCW).

La organización lleva más de tres años encabezando una movilización y demandas laborales para que la empresa respete los derechos de los trabajadores de El Súper, en su mayoría migrantes mexicanos, y atribuyó la caída de ventas al boicot de consumidores que ha impulsado en su contra y que ya suma 2.7 millones de clientes, así como al hecho de que un vicepresidente de la empresa hizo donativos a la campaña presidencial de Donald Trump.

Detalló que las sucursales de El Súper que tienen más de un año en funciones registran números rojos y en el cuarto trimestre de 2016 sus ventas bajaron 1.50 por ciento, el mayor descenso en varios años y superior al retroceso de 0.90 por ciento que tuvieron en igual periodo de 2015. Es el segundo trimestre consecutivo en que El Súper reportó resultados negativos en todas sus tiendas y “la sexta ocasión que no presenta resultados positivos en aquellas sucursales que tienen más de un año en operaciones en los 8 trimestres que lleva el boicot de consumidores, es decir desde enero de 2015”, precisó.

De acuerdo con las estadísticas difundidas por la UFCW del primer trimestre de 2014 al último de 2015, las ventas de El Súper subieron entre 1.10 y hasta 5.20 por ciento. Un trimestre después de que la organización sindical inició el boicot, es decir entre abril y junio de 2015, la empresa no tuvo alzas ni bajas en sus ventas, o sea que reportó en cero, pero a partir del tercer trimestre de ese año y con excepción del segundo trimestre de 2016 cuando las ventas subieron 0.70 por ciento, el resto de los trimestres sólo han sido de caídas que han oscilado entre el 0.40 y hasta el 1.50 por ciento, ésta última correspondiente a finales de 2016.

“Continúa la tendencia a la baja en las tiendas de El Súper” insistió la organización sindical y desestimó la justificación que dieron los directivos de la empresa de que la baja en sus ventas se debe a la “deflación” en los alimentos así como al temor e incertidumbre que prevalece en la comunidad migrante por el triunfo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Consideró que si El Súper enfrenta reacciones negativas y más gente se ha sumado al boicot en su contra ha sido por la revelación de que uno de sus vicepresidentes entregó dos donativos a la campaña presidencial de Trump, poco antes de que se llevaran a cabo las elecciones de ese país.

“No tenemos dudas de que la elección de Donald Trump ha creado temor e incertidumbre en la comunidad inmigrante y con justa razón. Y estamos de acuerdo que es altamente probable que los inmigrantes podrían estar acertadamente recortando sus gastos discrecionales a raíz de la elección. Sin embargo encontramos menos creíble que los inmigrantes estén comprando menos alimentos y otros productos básicos”.

En cambio, destacó que “hay otra manera en que la elección de Trump podría estar afectando las venta de El Súper y eso es como resultado de una atención negativa que la compañía recibió, después de revelarse que el vicepresidente de la cadena de abasto de El Súper, Sal Marcianti, dio dinero a Donald Trump cuatro veces dos meses antes del día de la lección.

Si bien refirió que representantes de El Súper deslindaron a la empresa de tales donaciones al declarar que fueron contribuciones personales que no reflejan el punto de vista de la compañía, UFCW destacó que no sorprende que una empresa que viole los derechos de los trabajadores sean partidarios de Trump.