El socialismo democrático sí es posible y Bolivia lo demostró: Slavoj Zizek

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El socialismo democrático sí es posible y Bolivia lo demostró: Slavoj Zizek

El sociólogo y teórico cultural Slavoj Zizek. Foto: Archivo
Aunque la mayoría de la población de Bolivia es indígena o mixta, hasta el surgimiento de Evo Morales fue excluido de facto de la vida política, reducido a una mayoría silenciosa

El sociólogo y teórico cultural Slavoj Zizek ha conseguido llegar a la gente joven que regularmente no lee tratados de filosofía, y ahora el esloveno, declarado marxista, da su punto de vista sobre lo ocurrido en Bolivia.

Zizek, nacido en 1949, y  un férreo reivindicador del marxismo, dijo, en un documento compartido a través del diario inglés Independent, que  Evo Morales demostró en su país que el socialismo democrático puede funcionar, pero la gente no puede ser ignorada.

Zizek expone que aunque desde hace más de una década es un admirador de Evo Morales, admite que después de leer acerca de la confusión después de la disputada victoria electoral de Morales, lo asaltaron las dudas: "¿también sucumbió a la tentación autoritaria, como sucedió con ¿Cuántos izquierdistas radicales en el poder? Sin embargo, después de un día o dos, las cosas se aclararon."

Y para él tiene un gran significado el hecho de que la nueva autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, haya tomado protesta con una biblia en la mano y expresando que buscan la unidad, cuando en su gabinete de transición no incluye a una sola persona indígena.

Esto lo dice todo: aunque la mayoría de la población de Bolivia es indígena o mixta, hasta el surgimiento de Morales fue excluido de facto de la vida política, reducido a una mayoría silenciosa. Lo que sucedió con Morales fue el despertar político de esta mayoría que no encajaba en una sociedad  capitalista, proclama Zizek.

Y explica Zizek que  si volvemos un poco atrás, desde 2009 la religión católica dejó de tener estatus oficial en Bolivia, con la llegada de Añez y su enorme biblia en el palacio presidencial,  el mensaje es claro: una afirmación abierta del supremacismo religioso blanco, y un intento no menos abierto de poner a la mayoría silenciosa de nuevo en su lugar subordinado y apropiado

Luego, el filósofo esloveno aclara que durante las presidencias de Evo Morales "no fue la historia habitual de la izquierda radical en el poder que arruina las cosas, económica y políticamente, generando pobreza y tratando de mantener su poder a través de medidas autoritarias. Una prueba del carácter no autoritario del gobierno de Morales es que no purgó al ejército y a la policía de sus oponentes (por eso se volvieron en su contra)".

Y resalta el hecho de que Evo  no tenía dinero del petróleo para calmar los problemas, por lo que su gobierno tuvo que comprometerse en un trabajo duro y paciente para resolver los problemas en uno de los  países más pobre de América Latina, y  "el resultado fue un milagro: la economía prosperó, la tasa de pobreza disminuyó, la atención médica mejoró, mientras que todas las instituciones democráticas tan queridas por los liberales continuaron funcionando. El gobierno de Morales mantuvo un delicado equilibrio entre las formas indígenas de actividad comunitaria y la política moderna, luchando simultáneamente por la tradición y los derechos de las mujeres."

Y finaliza expresando que para saber lo que realmente pasó en ese golpe de Estado, puesto que no tiene dudas de que se trató de un golpe de Estado, se "necesitaría un Assange que saque los documentos secretos relevantes. Lo que podemos ver ahora es que Morales y sus seguidores fueron una espina clavada en la carne del establishment liberal precisamente porque lo lograron: durante más de una década la izquierda radical estuvo en el poder y Bolivia no se convirtió en Cuba o Venezuela. El socialismo democrático sí es posible.”