El sexo, tabú para personas con Down

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El sexo, tabú para personas con Down

Foto: Especial
La falta de información impide que la persona se desarrolle sexualmente, pero también les pone en una situación de riesgo de abusos e incluso de embarazos no deseados

“El tema de la sexualidad es complicado tanto para las familias como para los educadores. Los padres normalmente no hablan con los hijos de estos temas y existe el fantasma o miedo de que hablar de la sexualidad incita a la práctica con lo cual son temas que no se abordan y se les pone en una situación de riesgo”.

Así lo asegura a Efe, con motivo del Día Internacional del Síndrome de Down, la coordinadora del Servicio de Atención Terapéutica del Centro Down y miembro de la Fundación Catalana de Síndrome de Down, Beatriz Garvía Peñuelas, que advierte de los riesgos de no ofrecer información sexual a estas personas.

La falta de información impide que la persona se desarrolle sexualmente, pero también les pone en una situación de riesgo de abusos e incluso de embarazos no deseados, lamenta.

Embarazos no deseados
Y es que las personas con síndrome de Down, como cualquier otra persona, tienen deseo sexual. “Quizá tienen una sexualidad un poco más infantil y hay muy pocos que lleguen al coito”, pero si uno de los dos miembros de la pareja no tiene esta discapacidad, sí se 
pueden dar embarazos no deseados.

Esta experta considera que muchos padres tienen precisamente este miedo a un embarazo, sin embargo, asegura que cuando se habla, normalmente son ellos mismos los que renuncian a tener hijos porque son conscientes de la dificultad que tiene la crianza.

Derecho a la sexualidad
Garvía Peñuelas subraya que las personas con discapacidad también tiene derecho a la sexualidad. “Lo que yo me pregunto es por qué si tienen derecho a la sexualidad no lo practican. Qué le pasa a esta sociedad para no permitirles llegar a tener una vida en pareja cuando se les está dando apoyo para todo lo demás, para trabajar, para independizarse”.

Sin embargo y aunque se está normalizando la figura de las personas con síndrome de Down en la sociedad, todavía es muy extraño ver a una pareja de este colectivo.

“La sociedad sigue teniendo la imagen de estas personas como si fueran niños, cuando el tema de la sexualidad y de las relaciones se debe tratar casi desde el momento del nacimiento, al igual que con el resto de los menores”, apunta.

En este sentido, indica que todavía hay familias en las que no se impide que las personas 
de este colectivo tengan pareja.

Por eso las familias desempeñan una labor fundamental en este sentido. Es fundamental que educadores y familiares faciliten el conocimiento del propio cuerpo y el del sexo contrario, que respondan a sus inquietudes sobre sexualidad e identidad de género y orientación sexual.