Para Juan Carlos Romero Hicks, senador panista y exgobernador de Guanajuato, el ser un gobernante no gira en torno al poder, sino en servir a la ciudadanía.

“Hay que entender la política como el privilegio de servir, porque uno que está en política, no es el único, ni el mejor, ni el más iluminado, los gobiernos deben ser daltónicos, no son de colores, se gobierna para todos los que votaron por ti, los que votaron por otros y por los que no votaron por nadie, no puede uno condicionar las decisiones si el alcalde es de tal partido, el Ayuntamiento es plural y representa a la ciudadanía”, sostuvo.

En su perspectiva lo principal que se necesita para que funcione un país es tener Estado de Derecho, que implica tener normas que se apliquen por igual a todos, tener policías que de verdad estén para cuidar a la ciudadanía, fiscalías o ministerios públicos que cuando existan desequilibrios defiendan al ciudadano, jueces que sean honestos, independientes y que apliquen la ley con un sentido de justicia e interpretar la ley con un sentido humano.

Para Romero Hicks –quien está de visita por Saltillo para dar una plática sobre Educación esta mañana- un gobernante no está para ser “adorado”, sino para acercarse a la ciudadanía, que lo vean como alguien en quien poder confiar.

“Hay que recordar que la razón de origen de Acción Nacional no es llegar al poder, sino fortalecer a la ciudadanía, en los estatutos del PAN, el número siete es llegar a tener cargos de elección, el objetivo no es ganar la gubernatura, sino tener una mejor ciudadanía, tener mejores condiciones de bien común”, aseveró en entrevista exclusiva con VANGUARDIA.

Señaló que para que se elija un buen gobernante, la elección no se debe de basar precisamente en los errores de ciertos políticos o partidos, porque como mencionó un buen gobernante no debe de tener colores sino de ver por la ciudadanía.

JUAN CARLOS ROMERO HICKS

>Charla: Educación y equidad de género.
>Hora: 10:30 horas
>Lugar: Comité Directivo Estatal del PAN. Ubicado en Av. El Rosario 170.
 Fracc. El Rosario.