El sembrador de discordias

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El sembrador de discordias

Eris, la diosa de la Discordia en la mitología griega, es una divinidad insaciable. Opacada frecuentemente por la fama de otros dioses, en la Ilíada de Homero su popularidad crece hasta alcanzar el cielo, mientras camina haciendo daño sobre la tierra.

Eris fue la causante del inicio de la Guerra de Troya. Disgustada por no haber sido invitada a la boda de Peleo y Tetis (padres de Aquiles), urde junto a Zeus un malévolo plan apareciendo en la fiesta con una manzana dorada en sus manos (la manzana de la discordia). La fruta tenía inscrita la palabra kallisti (`para la más hermosa'). Afrodita, Hera y Atenea reclaman para ese lugar e inicia una riña. Zeus, no quería ser el gran elector ya que una era su esposa y otra su hija, por lo que encarga a Paris, príncipe de Troya ser quién decidiera la cuestión. Tentado por las tres diosas, Paris se decide por Afrodita que le había ofrecido a cambio de su decisión favorable la belleza de Helena, esposa de Menelao de Esparta. París finalmente rapta a Helena, y provoca el enojo de Menelao, y con ello los diez años de la Guerra de Troya.

Hace muchos años, Felipe Calderón, el hombre que juró ante los mexicanos buscar la concordia y la unidad nacional, dividió a buena parte de los mexicanos con las elecciones más discutidas, controvertidas e impugnadas de la historia, con más de 25 millones de votos decididos a favor de otros aspirantes y ganando con el menor margen registrado. En el año 2006, Calderón inició una campaña de miedo, odio. Fue perseverante sembrador de discordias y con la paciencia de un agricultor, puso la semilla bajo la tierra para regarla con enconos, discordia y resentimientos de donde brotaron más violencia y más conflictos.

Aquella frase utilizada por la derecha en el 2006 acerca de que Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México, le hizo a nuestro país un daño terrible. Calderón inició una guerra personal que hoy padecemos y que nos desangra.

Por eso, doce años después, cuando López Obrador ganó las elecciones presidenciales, muchos apostaron a que sería factor de unidad pues el mismo había sufrido el odio presidencia. AMLO mismo juró ante los mexicanos y dijo “Actuaré sin odios, no le haré mal a nadie, respetaré las libertades, apostaré siempre a la reconciliación”.

Pero eso no ha sucedido y me parece que, a casi tres años de su triunfo, su gestión es decepcionante. El país sometido a caprichos, haciendo lo que crítico y combatió con ferocidad. 

Y es que muchos imaginábamos un gobierno de izquierda moderna, propositiva, renovada, que promoviera los cambios que necesitamos. Una que luchara por un país más justo, más equitativo, pero también más competitivo y productivo. Un estado mexicano que regulara y sometiera a los monopolios. Que ayudará a promover la protección de los derechos sociales y humanos, y que pacificará la República.

Pero ese no fue el camino que eligió AMLO. Hoy estamos atrapados en sus dogmas y obsesiones, con el país polarizado y los espacios para la tolerancia y el disentimiento reducidos y con una política que siembra discordias y que sus simientes parecieran de odio. Hoy, desde el pulpito nacional se ensancha el abismo entre "quienes tienen" y "quienes no", entre "ellos" y "nosotros". AMLO no inventó las desigualdades entre los mexicanos, pero su discurso si las ha aumentado. Del combate a la corrupción, mucha de ella del régimen de Peña, se ha convertido en un teatro.

¿Pero qué es lo que realmente mueve a AMLO? Las hipótesis son varias y muchas se dan en el terreno del psicoanálisis. Yo de verdad no lo sé, pero no es lo que se esperaba y es muy triste, porque cada vez se parece más a Calderón.

La diosa griega de la discordia Eris tuvo una infeliz descendencia. Parió a Limos (Hambre) a Ponos (Pena), Lete (Olvido) y al lloroso Algos (Dolor). También concibió a las Fonos (Matanzas), las Hisminas (Disputas), las Macas (Batallas), las Androctasias (Masacres), los Odios (Neikea), las Mentiras (Pseudea), a Disnomia (el Desorden) y a Ate (la Ruina y la Insensatez), todos ellos compañeros inseparables. Eris también dio a luz a Horcos (Juramento), el que más problemas causa a los hombres de la tierra cada vez que alguno jura voluntariamente.

@marcosduranf