‘El secreto: disfrutar al máximo cada momento’
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‘El secreto: disfrutar al máximo cada momento’
ESTIMADA ANA:
Fui maestra durante muchos años, casi desde que era una jovencita. Apenas hace 5 años me jubilé y confieso que no me he adaptado a mi nueva situación, sin tener un horario establecido para trabajar, sin sentir esa emoción que tanto disfrutaba al acompañar a mis alumnos en sus proyectos, en sus exámenes y tareas diarias.
He hecho varios cursos en este tiempo, leo mucho, paso muchas horas navegando en internet investigando temas de mi interés, algunas veces salgo con amigas al cine o a tomar un café, pero me sigue quedando esa sensación de que estoy desperdiciando mi vida, que no estoy aprovechando el tiempo y sobre todo desperdiciando el talento que Dios me dio al no ser productiva.
Al principio de mi jubilación pasé por unos meses muy difíciles y según mi doctor, fue una especie de depresión y algunos trastornos como ataques de pánico. Actualmente no tengo ningún tipo de síntomas, pero sí me siento muy desanimada.
María Socorro
ESTIMADA MARÍA SOCORRO:
Por supuesto que puede llegar a ser difícil llegar a esta etapa en la vida de cualquier persona, sobre todo si fueron tantos los años dedicados como en tu caso, a la docencia, una hermosa profesión.
Pero también es importante que esté consiente que la jubilación es una etapa más y que por lo mismo, debe de disfrutarla, aprovecharla y vivirla como cualquier otra. Y es que generalmente tendemos a relacionar la jubilación como una etapa de improductividad en el sentido económico, pero no es así.
Ha trabajado y dedicado muchísimos años de su vida a tu trabajo y así, de la misma manera, dedique ahora el tiempo a otras actividades que le aseguro, le van a dejar las mismas satisfacciones.
Puede, por ejemplo, integrarse a algún grupo de asistencia social, a alguna organización no gubernamental o de la iglesia, por ejemplo. Ofrecer servicios de este tipo llenan el alma de felicidad y dejan esa sensación de satisfacción por haber hecho algo o haber ayudado a alguien que lo necesitaba.
Generalmente relacionamos el ser productivo con ser remunerado pues así sucede en nuestra sociedad, pero créeme que es un concepto equivocado. Por un lado, puede aprovechar para hacer todo aquello que no pudo mientras trabajaba dando clases, como realizar algún deporte, ir a teatro, viajar, escribir, pintar.
Por otra parte está todo aquello que le mencionaba antes, aquellas actividades que podemos realizar para seguir siendo productivos sin recibir un pago por hacerlo, como por ejemplo, dar clases a adultos mayores o a personas de escasos recursos, lo que usted quiera.
No olvide que puede también realizar alguna actividad desde su casa, además de leer o navegar por internet, piense en algún oficio para lo que se considere hábil, por ejemplo, hornear pasteles o galletas, pues actividades tan simples como esas, pueden dejarle una remuneración económica y la satisfacción que lo puedes hacer sin salir de casa, estipulando usted misma los horarios para realizar esa actividad.
Po último, piense que ahora finalmente tiene más tiempo para disfrutar a su familia, esposo, hijos, nietos, para relacionarte por ejemplo con familiares o para llamar a aquellas amigas que tanto apreció en su juventud. Le aseguro que la actividad que decida hacer, la hará sentir útil, productiva y joven mentalmente.
ANA