El salto de Fe en las franquicias
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El salto de Fe en las franquicias
En Nassau, en las islas Bahamas, existe un parque acuático que lleva por nombre Atlantis, dentro de las múltiples atracciones que tiene ese parque, se encuentra una réplica de una pirámide Maya desde la cual salen varios toboganes, uno de ellos es el temido Salto de Fe, esto consiste en un tobogán situado en la parte superior de la pirámide desde la cual, el osado vacacionista se lanza aparentemente, sin ningún tipo de seguridad o salvavidas, en una caída libre de 60 pies (un poco más de 18 metros) el equivalente a un edificio de más de 6 pisos; esta caída libre solamente es detenida por el agua que está en la parte final, claro, los físicos y expertos en el tema han calculado todos los riesgos posibles para que el vacacionista tenga una experiencia inolvidable, sin correr ningún peligro, sin embargo, lanzarse desde esa altura sin ningún tipo de seguridad a la vista, no deja de ser impactante y temeraria.
Una vez que el vacacionista llega al final, es depositado de manera suave en una alberca en donde la adrenalina no deja de fluir y prácticamente todos salen con una sonrisa.
Para poder disfrutar esa experiencia se requieren dos cosas: Determinación y sobre todo Fe, entendamos por Fe a la confianza que todos tenemos en que nada malo sucederá y que finalizaremos nuestra experiencia sanos y salvos, si no se tiene alguno de esos dos elementos, se pasa a ser una simple estadística de aquellos que subieron y teniendo toda la posibilidad de tener una gran experiencia, no lo pudieron disfrutar por simple cobardía y desconfianza en sí mismos.
Lo mismo sucede en las franquicias, uno de los pasos más difíciles es dar el salto de fe para pagar el anticipo de la franquicia, ese anticipo que se realiza con todas las dudas del mundo, con temor, incluso con pánico, debido a que no solamente estamos hablando de dinero, sino del temor a establecer un compromiso, el temor a perder los sueños, aspiraciones, sacrificios realizados, esfuerzo, ahorro, planes de vida, ambiciones, etc., es decir, no hablamos solamente de una cantidad monetaria sino de todos los esfuerzos que realizamos para reunir una determinada cifra, teniendo en medio el interés y la duda de que esa inversión sirva para nuestro beneficio y el de nuestra familia.
Cuando se realiza el depósito de anticipo de la franquicia, se inicia el viaje sin retorno para vivir una experiencia inolvidable, pero siempre se está acompañado de la empresa franquiciante cuyo deber es hacer que llegue suavemente a su destino, cuando se da el anticipo de una franquicia, el inversionista debe tomar en cuenta dos aspectos fundamentales, el primero es que reciba un comprobante o factura por la cantidad depositada y por otra parte, que el contrato le permita tener opciones de salida en caso de que surjan cambios en su vida personal, como puede ser cambio de domicilio, enfermedad, etc.
Dar el salto de fe en las franquicias es la diferencia entre aquellos que tienen el valor para alcanzar el éxito y por otra parte, aquellos que son solamente parte de una estadística y se quedarán para siempre con sus sueños de independencia económica que jamás alcanzarán.
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