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El resumen de aquel sueño
Pocas veces se tiene la oportunidad de hablar bien de un político, y esto es debido a que los ejemplares actuales y muchos anteriores nunca dieron de sí en beneficio de la virtud como valor y, mucho menos, en el ejercicio de la ética, la justicia o al menos la honestidad.
En el caso de Higinio, se trata de un educador nato y consumado, por lo que me alejaré de su decisión de entrar a la política, aunque su ejercicio sea de virtud, por ende, abordaré la persistencia de su sueño y la persuasión de su voluntad para hacer que este se convirtiera en realidad.
En 1974, Saltillo era una ciudad de estudiantes, la mayoría de ellos de escuelas públicas, siendo que en forma local únicamente el IEPS, del Dr. Narváez, ofertaba carreras profesionales en el esquema privado.
Higinio González Calderón se había graduado de la Normal Superior y colaboraba en el área de Capacitación del ASGIS (Asesoría y Servicios del Grupo Industrial Saltillo) y en paralelo venía enfocando un sueño de fundar una universidad privada.
De esa manera y con sólo su capacidad y tesón acudió con un grupo de empresarios locales y, ofertando la casa paterna, logró abrir la Universidad Autónoma del Noreste (UANE) con preparatoria y un par de carreras profesionales.
Fue rector en dos periodos, en el de la consolidación entre 1974 a 1988 logrando no solamente ampliar su oferta educativa, sino también la construcción del edificio del campus Saltillo donado por la benefactora familia Pepi, y unidades en Monclova, Torreón, Piedras Negras, Sabinas y Múzquiz.
Ya en ese tiempo (los ochenta), empresas como GIS habían decidido la contratación de empleados a través de la alianza con la UANE, sustituyendo en su staff inclusive a las generaciones que habían egresado del Tec de Monterrey, con éxito.
Por otra parte, con la oferta nocturna de carreras las opciones se multiplicaron y el acceso a la educación de empleados que no habían continuado sus estudios, debido a que la universidad pública no fue flexible, se hizo efectiva.
En 1988, el profe Higinio decidió hacer una pausa y entrar a la política, primero como líder del PRI y después como secretario de Desarrollo Económico.
De nueva cuenta su regreso a la rectoría en 2000 constituyó un parteaguas importante, ya que a la par del crecimiento de la UANE a Matamoros, Tamaulipas, se incluyeron maestrías y especialidades con currículas adaptadas a las necesidades de la industria, ganándole terreno a la UAdeC, que se basaba en el sistema académico tradicional.
Asimismo, a través del Consejo de Vinculación con el CECS impulsó las carreras de Ingeniería Automotriz, por ejemplo, y con compañías como Delphi la enseñanza enfocada en sus necesidades productivas.
A partir de 2017, se incorpora como secretario de Educación de Coahuila, donde continua con su empeño e inquietudes, aunque sin presupuesto, este apenas para pagar la nómina magisterial.
La prensa recoge que: “La tarde del 29 de junio, el Campus Saltillo de la Universidad Autónoma del Noreste (UANE), se rindió un homenaje a Higinio González Calderón por ser precursor y uno de los fundadores de este complejo educativo hace 47 años en la capital coahuilense. Previo a la ceremonia para este efecto, se develaron las letras «Profesor Higinio González Calderón» a las afueras del Edificio 7 de la UANE Saltillo, anunciando que a partir de este 29 de junio el inmueble lleva oficialmente su nombre” (VANGUARDIA).
Un gran honor al generador de aquel sueño narrado que inició en los cuartos de una casa solariega, se sabe que Higinio no fue el único que se empeñó en el esfuerzo, pero sí fue el motivante principal de esta aventura de 47 años, que se dicen fácil, pero se llevan difícil.
Sé que muchas generaciones son hijas de la UANE y guardan el recuerdo de su paso por la Universidad con el trato firme, pero amable y cortés de un educador de excelencia.
Mi brother Alejandro Gil Muller, es más atinado al describirlo: «La cercanía de Higinio con la comunidad educativa es palpable, a lo largo de sus buenos oficios ha involucrado a otros para formar y construir. Esta virtud sólo puede entenderse como liderazgo, influencia que recuerda que todo se levanta desde esa trinchera en la capacidad de obtener de otros lo mejor».
Felicidades, jefe, y gracias por la oportunidad de poder describir las virtudes de un político, rara vocación en mi ejercicio, recuerdo una frase de Nelson Broman: “Cuando tienes sueños por cumplir, el cansancio no existe”. Siga soñando, profe Higinio.