Mañana debe celebrarse el referéndum sobre la independencia de Cataluña en España. La votación, sin embargo, fue considerada ilegal por el Estado español, y no está claro se realmente se celebrará.

El gobierno catalán ha anunciado que los centros de votación estarán abiertos de 9am a 8pm, pero nadie sabe si va a suceder y cómo el proceso de votación debido a los Mossos d’Esquadra, la policía catalana ha ordenado bloquear las operaciones de votación.

Las personas que según el gobierno catalán tienen derecho a votar son 5. 3 millones; la población total de Cataluña es de 7.5 millones y equivale al 16 por ciento de la población española. El gobierno catalán dijo que los asistentes eran 2315, incluidos 207 en Barcelona, y 7235 personas trabajarán como voluntarios para prevenir accidentes.

La situación en Cataluña es bastante tensa. Ayer, en la conclusión de la campaña electoral, decenas de miles de personas en favor de la independencia han expresado antes del referéndum en Barcelona y otras ciudades catalanas.

Ayer Google eliminó “En Votar 1 –Oct”, una aplicación que fue diseñada para ayudar a los votantes elegibles a encontrar su centro de votación, en obediencia a una orden de la Corte Superior de Justicia de Cataluña; la aplicación ya no se puede descargar, pero la gente que ya la ha descargado antes de que Google, la haya eliminado puede seguir utilizándola.

Cómo se llegó a esta situación en breve

Durante varios años, Cataluña insistió en aumentar la autonomía del gobierno central, motivando su petición con razones históricas y sociales. En 2012, el Parlamento catalán aprobó una resolución en la que se pedía un referéndum sobre la autodeterminación de Cataluña, propuesta apoyada por el entonces presidente catalán Artur Mas.

Después de muchas negociaciones entre los distintos partidos, Mas pidió una votación consultiva el 9 de noviembre de 2014, pero la iniciativa fue detenida por el Tribunal Constitucional, que suspendió la ley del parlamento catalán que debería haber permitido la realización de las operaciones de votación.

Sin embargo, Mas organizó una especie de referéndum “informal”: votó el 36 por ciento de los electores, el 80 por ciento de los votantes expresaron su apoyo a la independencia. Sin embargo, la consulta no tenía valor jurídico, ya que había sido declarada ilegal por el Tribunal Constitucional.

En 2015, la elección catalana fue ganada por una coalición independiente, Junts por Sí (Unidos por sí). El 6 de septiembre, el Constituyente de Crisis Popular (CUP-CC), otra coalición electoral que representa a la coalición izquierdista catalana, votó a favor de una ley para organizar un referéndum llamado: “Ley de referéndum de autodeterminación vinculante sobre la independencia de Cataluña”, pensó, como su nombre lo dice, a ser vinculante.

Sin embargo, el 7 de septiembre la Corte Constitucional española suspendió esta ley y el día después de que la Corte Suprema de Justicia de Cataluña ordenara a las diversas fuerzas de seguridad que operaban en la región: Guardia Civil, Policía Nacional, Mossos de’Escuadra, y la policía local para iniciar las operaciones de confiscación del material para el referéndum.

El 20 de septiembre, 14 personas vinculadas al gobierno catalán, miembros del gobierno y directores de agencias gubernamentales, fueron detenidos en relación con el referéndum.

El gobierno catalán sostiene que el referéndum del 1 de Octubre es legal, pero la Constitución de España da competencia exclusiva para celebrar un referéndum de especial importancia para el parlamento y el gobierno español. En contra de la independencia catalán, las dos leyes con las que el parlamento catalán ha llamado la consulta son ilegales porque fueron votados por el parlamento sin la mayoría de dos tercios necesaria para la reforma de Estatuto de Autonomía de Cataluña y porque no se han sometido a información previa de las Consell de Garanties Estatutaries, la corte constitucional de Cataluña que controla la legalidad de las leyes aprobadas por la comunidad autónoma.

El ministerio del Interior ha enviado cinco mil policías a Barcelona para evitar actos de violencia durante el fin de semana. La policía catalana se apoderará de las urnas y cerrará los escaños antes de que empiece la votación.

Josep Trapero, el jefe de los Mossos d’Esquadra, sin embargo, ha ordenado a sus agentes para limitar el uso de la violencia contra los ciudadanos que quieran votar y que tratará de oponerse a las formas de resistencia pasiva, explicando que la seguridad de los ciudadanos se dará prioridad sobre todo el cumplimiento de las órdenes judiciales: “No negamos ni ignoramos lo que han dicho los jueces, pero queremos que quede claro que lo más importante es mantener la paz”, declaró.

Con información de IL Post