El Quijote estuvo a punto de no escribirse (2 de 2)
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El Quijote estuvo a punto de no escribirse (2 de 2)
En el artículo anterior se comentó que en mayo de 1590, cuando Miguel de Cervantes estaba por cumplir 43 años, dirigió un memorial al Rey para solicitarle se le concediera un cargo en la América española, de entre los que estaban vacantes. Concretamente mencionó al efecto cuatro; uno de éstos el gobierno provincial de Soconusco, entonces parte de Guatemala y hoy región de México, ubicada en Chiapas.
Su petición fue denegada y en burocrática respuesta se le contestó: “busque por acá en qué se le haga merced”. A raíz de este suceso, muchos de sus biógrafos se han preguntado si de haber venido Cervantes a América habría, o no, escrito El Quijote.
Así, en el Esquema Biográfico de Cervantes escrito en 1960 por Américo Castro, éste opina que la respuesta negativa que recibió “Fue un gran bien después de todo, porque si Cervantes se nos hubiese ido a Soconusco o a La Paz, ni el Quijote ni las Novelas Ejemplares existirían”.
Por su parte Martín de Riquer, considera que las palabras que recibió en respuesta a su petición “debieron desilusionar amargamente a nuestro escritor, pero gracias a las cuales tenemos el Quijote, pues si Cervantes llega a establecerse en América seguramente no hubiera escrito su genial novela”.
Francisco A. de Icaza, a quienes algunos llaman “el máximo cervantista mexicano de todos los tiempos”, opinó que de haber venido Cervantes a América “el Quijote no se habría escrito”. En cambio, Azorín dijo que sí, aunque “habría sido distinto del español”.
Uno de sus grandes biógrafos, James Fitzmaurice-Kelly, está convencido de que “la negativa con que fue recibida la petición de Cervantes en el Consejo de Indias fue un favor para el mundo: hizo posible la creación de El Quijote”.
Jean Canavaggio, biógrafo moderno de Cervantes, plantea el asunto así: “De haberla obtenido (la gracia de un empleo en América), ¿habría partido sin ánimo de volver? ¿se habría perdido para las letras? Tal vez no, pero nos cuesta trabajo imaginar a Don Quijote y a Sancho viniendo al mundo bajo el cielo de Colombia o de Guatemala. Cuando menos -dice-, su perfil hubiera sido distinto”.
Otro moderno, ya mencionado, Andrés Trapiello, comenta: “Dicen los historiadores que de haber partido Cervantes a América, no habría escrito el Quijote. Pero es más cierto que de haber sido rico o haber tenido fortuna en sus negocios, tampoco”.
Va una última opinión de otro biógrafo, el cervantista colombiano Julián Motta Salas: “Bendito sea Dios una y mil veces --escribe-- por no haberse venido Cervantes para estas tierras de América, donde quizá no habría escrito las aventuras del Ingenioso Hidalgo”.
Y aquí le paramos lector amable, porque su opinión personal en este arduo tema especulativo es la que finalmente cuenta, acerca de lo que pudo no haber sido pero afortunadamente fue. (15)