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“El Quijote es fantasía, es un sueño”: José Fernández
El flamenco es un género que tiene mucho que ver con la esencia del Quijote. "Es fantasía, es un sueño, tiene en su naturaleza la locura y el idealismo", dice el guitarrista español José Fernández Torres, "Tomatito".
Así lo declaró en entrevista con dpa en el marco del 44 Festival Internacional Cervantino (FIC), en Guanajuato, México, cuya edición está dedicada a conmemorar el 400 aniversario de la muerte del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra.
"Tomatito" es considerado uno de los mejores guitarristas del mundo, tanto por su técnica como por la velocidad de sus escalas. Desde muy joven comenzó a trabajar con dos gigantes del flamenco: José Monge Cruz, mejor conocido como "Camarón de la Isla", y con Paco de Lucía.
Sin embargo, confiesa que no sabe leer música, que desde muy niño, cuando aprendió sus primeros acordes, lo hace "de oído".
"Mi padre siempre me dijo que aprendiera música y nunca le hice caso. Y ahora que me junto para hacer cosas con otros músicos, lo lamento. Hay que estudiar música", comenta.
El músico nació en Almería en 1958, en el barrio de Pescadería, en el seno de una familia de músicos. Debutó como guitarrista a los 10 años y a los 16 ya tocaba con el desaparecido músico "Camarón de la Isla", experiencia que marcó su vida.
"La enseñanza de Camarón y de Paco de Lucía nos la dieron a todos los de mi generación que trabajamos con ellos. La forma del riesgo y de innovar que tuvieron siempre dentro de la disciplina flamenca, de los cánones que hay que respetar, y de su capacidad de reinventarse", señala.
"Paco innovó muchísimo, pero nunca le faltó el respeto al flamenco, siempre conservó el origen. Camarón, por su parte, es la verdad de toda la música", agrega "Tomatito".
Salió al escenario cervantino acompañado de su grupo integrado por un percusionista, tres cantaores, un bailaor y su hijo, quien también toca la guitarra. Interpretó su música convencido de que la mejor manera de conmemorar al autor de "El Quijote" era tocar desde el corazón este género que apasiona en gran parte del mundo.
"El flamenco se escucha en todo el mundo, porque goza de buena salud y ésta se basa en su autenticidad, en que es la música de un pueblo, de un sufrimiento y eso no se puede acabar. Es es lo que mantiene vivo este fenómeno, que no es una música pasajera", sostiene.
Frente a un escenario de unas 4.000 personas que en varios momentos palmearon al ritmo de las percusiones, "Tomatito" interpretó canciones de su más reciente disco "Soy flamenco", así como piezas en las que la fusiona el jazz y el llamado cante jondo.
Despojado de la etiqueta de ser una leyenda viva del flamenco, el guitarrista se define como un luchador siempre honrado con la música y siempre tratando de aprender de los demás. "Todo el tiempo me estoy acordando del origen, de dónde soy y de dónde vengo, porque la casa siempre tiene que estar en el cimiento y no en el tejado".