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'El Principito': Un homenaje difícil
Calificación: 7.5 de diez
No estoy muy seguro de que quienes hayan leído y amado la obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry, quieran ver a su personaje protagonista convertido en adolescente. Lamento arruinar una de las sorpresas de esta película, pero tengan en cuenta que esta no es una adaptación tal cual de “El Principito”, sino más bien un homenaje que cuenta su propio relato. Pudiera ser ocioso comparar el libro con la película, son medios diferentes y no se puede esperar un resultado idéntico, pero esta cinta se pone un reto demasiado difícil, quizá imposible en cualquier nivel: capturar la esencia de uno de los libros más queridos de la historia. ¿Lo logra? Quizá un poco. ¿Tiene algo más que ofrecer? No mucho. Esta no es una cinta terrible, pero está muy lejos de la perfección de donde toma su inspiración.
La historia no cuenta el relato de “El Principito”. Trata sobre una niña que vive en un mundo cuadrado (literalmente), donde el único objetivo de su madre es convertirla en una exitosa y productiva adulta, por medio de un elaborado plan que no solo abarca sus estudios, sino toda una vida preprogramada. Ambas se mudan a una casa que tiene como vecino un viejo loco y excéntrico. Él parece no encajar en esta sociedad y de hecho es visto con bastante recelo por sus vecinos, al punto en que su presencia devalúa el precio de la casa de la niña. Y no es para menos, pues al poco tiempo la enorme hélice de un avión proveniente de su vecino atraviesa la pared de la casa. A partir de ahí la niña empezará a formar una amistad con este hombre, quien le cuenta cómo años atrás conoció a un pequeño Príncipe proveniente de otro planeta en el desierto del Sahara.
No hay que ser tan severos con esta película. Entendamos una cosa: es muy diferente un libro y su adaptación cinematográfica. Del papel a la pantalla grande hay una transición enorme y cada medio tiene sus formas y técnicas para contar sus historias. Así pues, libro y película deben verse casi siempre como obras separadas. Como ya vimos en la sinopsis anterior, esta cinta es bastante clara en no querer contar lo mismo que cuenta el libro. ¿Entonces por qué no se llama “La Niña y El Viejo” o “Cómo Sobreviví a mi Sobreprotectora Madre”? Se llama “El Principito” porque el viejo es El Aviador que lo conoció en la obra de Saint-Exupéry y él buscará enseñarle las lecciones que aprendió de él a su nueva amiga, con la intención de que logre ver la vida desde una perspectiva diferente a la que los adultos buscan imponerle.
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En este sentido la obra es una especie de secuela y a través de esta nueva historia busca contar lo esencial que, como todos sabemos, es invisible a los ojos. Aunque en este caso no tanto, pues aunque la historia de El Principito se nos cuenta en partes, solamente tomando los momentos claves, La Rosa, El Zorro y alguno que otro planeta como los de El Rey o El Vanidoso, todo esto es el corazón de la cinta. No podría ser de otra manera si la película se llama “El Principito”, ¿no? Es decir, tampoco puede lograr su objetivo simplemente contando la historia de la niña. Así pues, El Aviador es quien va narrando a lo largo de la cinta su aventura en el desierto con este jovencito rubio que lo enseñó a valorar su lado infantil.
Decir que es “el corazón de la cinta” es otra forma de decir que es por mucho la mejor parte de la misma. Todo lo que se toma tal cual del libro se nos presenta con un estilo de animación diferente, mientras que el resto de la cinta es la aburrida y monótona animación por computadora que ya prácticamente ha sustituido cualquier otra técnica hoy en día.
La historia de El Principito está realizada con “stop-motion” o animación cuadro por cuadro, que le da a estas secuencias una magia tan bella que dan ganas de que duren más tiempo. Contar esta historia es necesario y esta cinta lo hace de la forma adecuada, lo cual nos hace preguntarnos, ¿qué hubiera sido de la película si eliminamos por completo la historia de la niña y contamos solamente, ya saben, lo esencial (que en este caso requiere de nuestros ojos)?
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Quizá en la respuesta a dicha pregunta está la clave de por qué, en todos los años desde que el libro se publicó en 1943, nunca se había realizado un largometraje animado de la historia. Tal vez en conjunto sería mucho más breve, tal vez sería hasta incomprensible para los niños y tal vez sería demasiado arrogante o, hasta cierto punto, sin sentido querer contar lo mismo que ya sabemos... Quizá lo que intenta esta cinta es precisamente darle un giro distintivo, llevar la historia más allá del libro, algo bastante ambicioso que mantiene de forma muy sencilla. Digamos que la incursión de la historia de la niña hace a esta cinta mucho más didáctica y accesible para el público infantil.
Qué raro debe ser para los niños ver pláticas filosóficas de un Zorro durante todo un largometraje. Tal vez la niña es necesaria para que esta historia se traslade a este otro medio.
El mensaje se mantiene intacto, si bien no es tan conmovedor ni desgarrador, pero está ahí: la importancia de mantener a nuestro niño interior vivo y luchar contra la percepción adulta que modifica nuestro entendimiento de la vida. Esto se cuenta no tanto a través de El Principito y El Aviador, sino éste último y la mencionada niña, al grado de que el nuevo personaje infantil va en su propia aventura al final, como si ella misma visitara diferentes planetas.
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Es en esta parte, cuando la película entra de lleno en su propio universo-secuela, que el filme me parece más problemático, sobre todo con la aparición del personaje que da nombre al filme en una versión diferente a la que conocemos. Creo que todo este final ya está de más, el mensaje se mantiene mucho más efectivo entre más sencillo y esta nueva aventura es la parte cinematográfica, la parte de acción, por decirlo de alguna manera.
Recapitulemos: capturar la magia del libro, en cualquier otro medio, es imposible. Se puede, sin embargo, sacar algo de ahí, ponerle suficiente corazón y cuidado y fabricar un producto lindo y entretenido. Así es esta película, un pequeño tributo, una aventura que cuenta una historia amigable, siendo lo suficientemente inteligente para abstenerse del humor bobo e innecesario. Quizá su mayor acierto no sea una fiel adaptación, sino más bien acercar la obra de Saint-Exupéry a nuevos niños, hoy abrumados por las nuevas tecnologías y alejados de la literatura. Si padres e hijos salen de la sala con ganas de leer el libro juntos, esta película habrá conseguido un logro memorable.
Tómelo en cuenta
> Elenco: Manuel “El Loco” Valdés, Cecilia Suárez, José Juan Hernández, Melissa Gutiérrez, José Gilberto Vilchis, Cony Madera.
> Director: Mark Osborne.
> Clasificación: A
> Género: Animación.
> Duración: 108 minutos