El presupuesto de 2019 para Coahuila: continuista, repetitivo e irresponsable

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El presupuesto de 2019 para Coahuila: continuista, repetitivo e irresponsable

A 12 horas de concluir el 2018, sobre las rodillas de los diputados locales, fue aprobado el presupuesto de egresos para 2019 que sirve como columna vertebral de las actividades públicas a desarrollar en Coahuila los próximos 12 meses. Para una entidad sin diversificación, cuya inactividad económica la constriñe a él, significa su hoja de ruta, la carta de navegación.

Como se anticipó hace una semana en este mismo espacio, dentro del documento el tema más importante sigue siendo la deuda.

El Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado se indignó la segunda quincena de diciembre en los medios de comunicación -como suele ser su costumbre- y sugirió que habría un excedente de 4 mil 154 millones de pesos en participaciones federales de libre disposición que se podían aprovechar para disminuir el capital que se adeuda a los bancos.

La idea –que ni a propuesta formal llegó- no era mala. Pero en la práctica, como casi siempre, terminaron votando lo más favorable al PRI-Gobierno y el statu quo. Así, se destinarán sólo 75 millones 647 mil pesos a amortización. Apenas un 2 por ciento del gasto total pues el 98 por ciento restante que se abonará (3 mil 914 millones) terminará directamente en la basura entre intereses, adeudos de ejercicios fiscales anteriores, gastos de operación y costo por coberturas.

O les doran la píldora o les aceitan la mano, el caso es que la primera Legislatura de oposición en la historia no ha desafiado los roles de poder más allá del ruido mediático que provocan para llamar la atención y tener presencia. No hay que perder de vista un detalle a propósito del segundo periodo legislativo que acaba de iniciar: se les eligió para legislar, no para indignarse. Cuestionar ya lo hacemos nosotros sin cobrar los 140 mil pesos mensuales que se embolsan. No se les votó como líderes morales de la indignación, sino como agentes efectivos de cambio. Téngalo presente: el estado no necesita más una oposición estéril de boletín y cartulina.

Desahogado el punto, a vuelapluma enunciaré algunos otros renglones que sobresalen del documento.

En 2016, último año analizado, Coahuila ocupó el segundo lugar nacional en muertes por cáncer de mama, y el cuarto en defunciones por cáncer cérvico-uterino en mujeres mayores de 25 años de edad. Ahí existe claramente un problema de salud pública que requiere atención urgente. Sin embargo en el presupuesto para 2019 sólo se destina un millón 700 mil pesos para atender el fenómeno a través del programa “Sonríe a la vida” del DIF. Criminal.

Por otro lado, existe un subsidio de 19 millones 615 mil 300 pesos al CNCI, institución educativa privada, dentro del ramo “aportaciones a colegios e instituciones”. A la ‘Narro’ (UAAAN), en cambio, el Gobierno del Estado sólo aporta 300 mil pesos. Curioso.

El sindicalismo magisterial, controlado por Carlos Moreira, percibirá 100 millones 391 mil 825 pesos a dividir entre las secciones 5, 35 y 38 por concepto de “gastos de administración”. Generoso.

Destaca también un significativo aumento de recursos para el Poder Judicial debido a que hay que pagar la nómina de los nuevos magistrados priístas: Homero Ramos Gloria y Miguel Mery Ayup, y el panista Ulises Hernández Torres, pues quizá no se enteró que cinco días antes de concluir 2018 en el Congreso hubo repartición de cuotas entre cuates: PAN y PRI.

Cabe señalar que habrá la inversión pública más baja de los últimos 10 años: 2 mil 608 millones de pesos. Equivalentes al 5 por ciento del presupuesto total.

Asimismo levanta una ceja la “partida general” de 60 millones de pesos para “servicios de contabilidad y relacionados”, y otra de 75 millones para “servicios financieros, bancarios y comerciales integrales (no previstos en las demás partidas)”.

Finalmente, para no variar, la administración estatal derrochará 493 millones 499 mil pesos en difusión y publicidad (que al final del año terminan siendo el doble, como se ha explicado con anterioridad).

CORTITA Y AL PIE

Ahora bien, ¿para qué sirve la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas?

Dicha dependencia recibirá una partida de casi 50 millones de pesos, de los cuales 40 millones 544 mil pesos van a salarios y el resto para gastos de operación. Burocracia costosa e inútil.

Su titular es Teresa Guajardo aunque igual puede sentarse un espantapájaros en la silla y el resultado será idéntico. Aquí surge una pregunta: ¿el problema –su inoperancia- es institucional, es decir de andamiaje legal, o personal, de capacidad y ética en el servicio público?

Lo mismo sucede con el elefante blanco llamado Sistema Estatal Anticorrupción. No tener esas instituciones es aparentar una dictadura. Tenerlas es aparentar una democracia. Al final sólo es eso: aparentar. Y las apariencias engañan.

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Como ejercicio fiscal, 2019 será muy parecido al 2018: continuista, repetitivo e irresponsable. Si en el Gatopardo de Lampedusa la idea central era cambiar todo para que todo siga igual, en Coahuila todo sigue igual para que todo siga igual.

¿Feliz 2019?

@luiscarlosplata