El Presidente Andrés Manuel López Obrador es un traumado de la política, se inventa enemigos y ve complots y golpes de estado donde no los hay, en un intento por dividir a los mexicanos por un lado y por el otro, comprar conciencias con sus programas electoreros y clientelares, consideró el líder del PRI en Coahuila, Rodrigo Fuentes Ávila.

Esta semana, en su conferencia de prensa matutina, el Presidente de la República señaló que en México debería haber dos partidos políticos: el liberal y el conservador, ya que en la actualidad existen demasiados.

SE CREE DUEÑO DE LA VERDAD ABSOLUTA

“El Presidente se cree dueño de la verdad absoluta”, explicó Rodrigo Fuentes, “puede plantear la tesis de liberales y conservadores, pero dirá que los liberales, incluyéndose, serán los buenos y los conservadores son los malos.

“El país tiene un sistema de partidos construido en base al trabajo y esfuerzo de luchadores sociales, de verdaderos demócratas, con reglas claras y un sistema político que ha permitido que diferentes partidos gobiernen este país, incluido el propio partido del presidente”.

Sin ese sistema de partidos, añadió Fuentes Ávila, sin esas reglas claras o sin instituciones como el Instituto Nacional Electoral, López Obrador difícilmente hubiera sido presidente de la República.

“Si esa inquietud de tener dos partidos, un liberal y un conservador lo hubiera hecho desde la oposición, difícilmente hoy fuera presidente de la República”.

Hoy los votantes, continuó diciendo Rodrigo Fuentes, tienen para los próximos procesos electorales la oportunidad de evaluar, más allá del tema de las ideologías, si se cumplen o no los compromisos de campaña.

“En ese sentido la lleva de perder el presidente López Obrador”, sentenció.

El tema de liberales y conservadores que propone López Obrador, añadió Rodrigo Fuentes, se da porque el Primer Mandatario tiene traumas de antaño.

“Y esos traumas lo van a seguir acompañando, va a seguir hablando de golpes de estado y de enemigos políticos, pero no hay enemigos políticos. Los ciudadanos en el país están conscientes que los procesos electorales se ganan a través del voto.

“Cuando se define quien es el ganador de una elección, al siguiente día todo mundo se regresa a trabajar, -que no es el caso de él-, porque leva sus traumas muy arraigados, estamos seguros que el Presidente no pasaría una prueba sicológica”, dijo.

UNA PERSONA DESESPERADA

Rodrigo Fuentes consideró que el Presidente es una persona desesperada, al ver que cada día cae en las encuestas y en la preferencia de la gente.

“Entonces se comporta como el papá irresponsable en una familia que, a falta de cariño y de responsabilidad, quiere resolver todo con dinero, por eso quiere cancelar esto y recortar aquello; lo que ocupa es dinero, pide préstamos endeudando al país, y ya le echó el ojo a las Afores de los mexicanos, para poder seguir repartiendo dádivas y comprando conciencias.

“Más allá de liberales y conservadores, de él es la ideología compradora de conciencias a través de los programas sociales”, concluyó Rodrigo Fuentes.