Hace una semana justamente fue aprobado por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año. Después de mucho hablarse del tema, después de mucho prepararnos para la noticia, se pudo conocer que el Presupuesto que se ejercerá en el 2015 es inferior en alrededor de 200 mil millones al de este año, pero no será, eso dicen los analistas, recesivo ni insuficiente para que el gobierno pueda cumplir con sus principales responsabilidades y el país continúe teniendo un crecimiento  arriba del dos por ciento para envidia de todo Latinoamérica. 

Llama mucho la atención que siete de las ocho fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados respaldaron la propuesta presidencial, y le metieron muy pocos cambios, en algunos pequeños aumentos, en comparación con la iniciativa, destacando en estos casos lo correspondiente a Sagarpa y a la SCT. En promedio 10 por ciento a la alza.

Hay algunos aspectos que prácticamente resultaron intocables, como lo de la Secretaría de Gobernación y lo de la propia Presidencia de la República. Ahí no varió nada.

Lo propuesto para desarrollo social, a través de la Sedesol tuvo variación mínima en lo resuelto por nuestros representantes federales. 

La SEP y la Secretaría de Salud incrementaron en tres mil millones de pesos en promedio su asignación comparado con lo propuesto. Bien por ambos rubros que son cruciales para el desarrollo y el bienestar.

En el contraste de propuesto-aprobado la Semarnat perdió cerca de dos mil millones y la Secretaría de Turismo 700  millones de pesos. Pero el gran perdedor fue el Poder Judicial de la Federación que vio caer en casi cinco mil millones su disponibilidad presupuestal luego de que los diputados recortaron en esos términos lo que se le había considerado en el paquete económico enviado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en concordancia con las atribuciones del Poder Ejecutivo. 

Ahora vamos a ir descubriendo poco a poco los pormenores de los planes de cada Secretaría, así como la orientación regional de los beneficios del presupuesto que aportaron cada uno de los 499 diputados federales, en una dinámica que se ha vuelto recurrente cada año, cuando cerca del término legal, se dan las negociaciones para lograr el mayor apoyo al dictamen final.

Hace dos días, el Fondo Monetario Internacional, tan estricto y enérgico en sus apreciaciones sobre la macroeconomía de los países miembros de este organismo, elogió la visión y disciplina con que se están manejando las finanzas públicas en México y que están permitiendo tener los registros más bajos en la historia – de cuando se lleva este indicador – en materia de inflación. 

No obstante la confianza y optimismo causada por la casi aterciopelada aprobación presupuestal, no podemos olvidar que la disminución con respecto a los egresos programados para este año, habrá de tener damnificados, los cuales muy previsiblemente se ubican en diferentes escalas de la nómina federal, y que, como ya lo ha mencionado el propio Secretario de Hacienda, podrían llegar a quince mil despedidos. 

También hay que decir que en el estira y afloja, hay estados que han resultado ganadores con lo aprobado, como lo es el caso de Coahuila que ha festinado, ojalá y todo se concrete, un aumento de casi el siete por ciento en las percepciones federales. En este caso hay que reconocer el trabajo de nuestros diputados federales, sean o no precandidatos a la Gubernatura. Y sean los consentidos o no. 

Mientras que el precio del barril de petróleo cae a las profundidades de los treinta y tres dólares, también hay que esperar que los gastos de operación en las entidades públicas federales se contraigan de manera notoria. Alto al viático.

Buenas cuentas entrega el Presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara Baja el diputado Baltazar Hinojosa Ochoa quien se perfila como el candidato viable por su partido el PRI a la gubernatura de su natal Tamaulipas,  con grandes posibilidades; ahora ni quién lo pare.