El poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos cae un 81% en los últimos 30 años

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El poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos cae un 81% en los últimos 30 años

Foto: Tomada de Internet
El actual salario mínimo solo permite adquirir la tercera parte de los alimentos básicos para una familia, según un estudio de la UNAM

En noviembre pasado, el Gobierno mexicano decidió subir el salario mínimo de 80 pesos (4,2 dólares) a poco más de 88 pesos (4,6 dólares). Entonces, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que no se trataba de un “ajuste menor”. Sin embargo, un grupo de investigadores del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) argumenta que, desde hace 30 años, las alzas del salario mínimo mexicano han sido insuficientes para aumentar el poder de compra de los trabajadores. En las últimas tres décadas la pérdida acumulada del poder adquisitivo de un trabajador en México es del 80,8%.

El estudio México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora; los aumentos salariales que nacieron muertos compara la evolución del salario mínimo con los precios de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR), formada por 40 alimentos necesarios para satisfacer a cuatro personas. Hoy, de acuerdo con los expertos, la CAR tiene un precio de 245 pesos (12,7 dólares), un valor que supera en casi tres veces el salario mínimo.

“La Constitución de México establece que el salario mínimo debe ser suficiente para alcanzar las necesidades más básicas de un jefe de familia, pero la verdad es que no es así.. ¿Cómo es posible decir que 88 pesos es suficiente para lo básico?”, afirma Luis Lozano Arredondo, uno de los autores del informe e investigador de la Facultad de Economía. 

El estudio de la UNAM detalla que, en 1987, cuando la canasta costaba 3,95 pesos y el salario mínimo era de 6,47 pesos, los trabajadores tenían dinero suficiente para comer y para atender algunas otras necesidades. Desde entonces los precios en México han subido a un ritmo mucho más intenso que los sueldos, lo que ha agudizado la pérdida de poder adquisitivo.

En la actualidad, un trabajador con salario mínimo tiene que trabajar 24 horas y 31 minutos para comprar los alimentos básicos para su familia. Una jornada extenuante si se considera que en 1987, solo era necesario trabajar cuatro horas y 53 minutos para adquirir los mismos productos.

La escalada en el precio de los alimentos se ha agudizado en el último año. En 2016, el precio de esta canasta era de 218 pesos, 12 meses después, ha subido un 12,5%. “El aumento de precios de la CAR ya se comió en un año los incrementos de dos años, e incluso parte de lo que se anuncie para 2019”, advierten los investigadores del CAM.

Los investigadores universitarios señalan que las propuestas de diversas fuerzas políticas para elevar el salario mínimo a 95,24 pesos diarios, o hasta 171 pesos para el próximo sexenio, son también insuficientes, pues cuestionan qué tipo de bienestar se puede garantizar con estos ingresos. “Las pérdidas se han acumulado año tras año. Y la gente más desprotegida es la más golpeada”, concluye Lozano.