En 1958, en ocasión de la celebración en Saltillo de la Asamblea del Consejo de Planeación Económica y Social del Estado de Coahuila, el gobierno estatal contribuyó con un estudio del panorama de la entidad.

Fue ordenado por el entonces gobernador Raúl Madero González, a fin de dar a conocer la situación que imperaba en cada municipio. El trabajo tenía como base presentar la información de su situación geográfica, extensión, cabecera municipal, condiciones generales en relación a la agricultura, ganadería, industria, educación y los problemas principales.

Interesantes imágenes de la época se despliegan en la edición, así como mapas y planos, en un libro de 331 páginas. Cada municipio muestra información atractiva que, desde una perspectiva temporal a más de 60 años del trabajo, permite analizar los temas en los que avanzó considerablemente el estado y en cuáles otros continúan los rezagos. Dónde se abrieron áreas de oportunidad, dónde se cancelaron y qué situación priva ahora con respecto a unos y otros asuntos de la vida social, cultural y económica.

En Saltillo, describe el estudio, con respecto a los servicios, en ese año de 1958 se contaba con energía eléctrica y alumbrado, red de distribución de agua potable, drenaje y alcantarillado. Pero estos últimos eran deficientes y no satisfacían “debidamente la demanda y exigencias de la población”. Por ello, se requería con urgencia su mejoramiento, “existiendo diversas proposiciones y proyectos para tal fin”. Saltillo en ese momento contaba con una población de 121 mil 262 habitantes, de los cuales 85 mil 897 correspondían a la población urbana y 35 mil 365 a la rural.

De comercio históricamente muy activo, la industria tenía su fuerte en la empresa International Harvester Co., ensambladora y armadora de camiones y vehículos de transporte; la Cía. Industrial del Norte, S. A., industria manufacturera con prestigio internacional; las fábricas de hilados y tejidos; de confección de ropa, de acumuladores; de muebles, de zapatos; fábricas de hielo; la de sarapes; de mosaicos y ladrillos, así como embotelladoras de refrescos. Moto Islo S.A. tenía a nivel nacional una importante proyección, en virtud de ser la única especializada en motonetas en la república. Y llama la atención que dentro de la enumeración se destaca también, además de la industrialización de la cera de candelilla, fábricas de dulces regionales y la elaboración de conservas.

En este Saltillo el panorama muestra como problema específico el de la educación. La población escolar ascendía a 18 mil 800 niños, de los cuales 14 mil 780 recibían instrucción, mientras que 3 mil 500 carecían de ella “debido a la falta de escuelas e insuficiencia de maestros o por encontrarse estos distantes de los núcleos de población”. El análisis de la situación en este rubro estimaba que había 24 mil analfabetos. Eso, en una población de poco más de 120 mil habitantes era estadística importante.

Como solución se proponía construir escuelas urbanas, varios centros nocturnos de alfabetización y la creación de bibliotecas en las principales poblaciones de la jurisdicción.

En décadas siguientes, tuvo lugar la construcción de esas escuelas, se desarrollaron de manera importante centros de estudios nocturnos, como lo fue la Escuela Preparatoria Nocturna Dr. Mariano Narváez González, y asimismo se abrió un gran número de bibliotecas en Saltillo, ahora agrupadas en la Coordinación General de Bibliotecas del estado.

Saltillo se convirtió en una ciudad estudiantil. Se crearon numerosas instituciones de educación media superior y superior, y hoy por hoy enfrenta, por los cambios que impuso la pandemia de coronavirus, retos que habrá de enfrentar para sacar adelante, como en el país y en las naciones del mundo, el tema de la educación.

El estudio realizado hace poco más de sesenta años invita a reflexionar en los retos del presente y en las áreas de oportunidad. Los niños, adolescentes y jóvenes que participan en este proceso deberán ser atendidos de manera especializada, considerando fundamentalmente sus circunstancias. Es importante tomar en cuenta las lecciones en educación que ha dejado la pandemia para poder capitalizar el mejor regreso a las aulas.