El Papa, ¿a la izquierda, a la derecha o al centro?

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El Papa, ¿a la izquierda, a la derecha o al centro?

El Papa Francisco está revolucionando al mundo. Las comparaciones que se hacen con sus predecesores se imponen, no podía ser de otra manera. La prensa hace un escrutinio en sus palabras y edita a su antojo. La crítica de unos no se hace esperar; el aplauso de otros aparece por primera vez.

Esta semana los medios de comunicación en el mundo se harán eco de la nueva visita del Papa a América, a Cuba y a los Estados Unidos, tan opuestos entre sí que recibirán un mismo mensaje.

Empieza con los hermanos Castro, los Derechos Humanos serán tema principal, pero también el diálogo con Estados Unidos. Quizá suceda como sucedió con san Juan Pablo II, Fidel Castro aplaudió su crítica al capitalismo inhumano durante aquella misa que celebró en la Plaza de la Revolución, pero se guardó los parabienes cuando tocó el tema de los derechos humanos y la libertad.

Francisco dará un mensaje ante un Congreso estadounidense que controla la derecha republicana, que recibió con recelo y crítica el mensaje de cuidado al medio ambiente y a los pobres de Laudato Si, pero que, con la Iglesia, defiende la vida desde el momento de la concepción, si bien no coinciden en este respeto hasta la muerte natural, por aquello de la pena de muerte.

Ante ese mismo Congreso, sin duda, defenderá la dignidad de los migrantes en momentos en que muchos estadounidenses se suman a la demagogia de quien encabeza las encuestas en el Partido Republicano.

Barack Obama aplaudirá su postura sobre el cuidado del medio ambiente, pero callará, como ha hecho hasta ahora, cuando se denuncie la atroz venta de órganos de bebés nonatos por parte de Planned Parenthood, principal red de clínicas de aborto en Estados Unidos. Espero que Obama no pretenda enaltecerse por defender a los migrantes, cuando su gobierno ha apelado todas las resoluciones judiciales que ordenan la liberación de las familias y niños migrantes detenidos en ese país.

La visita papal terminará en un Congreso de las Familias, en Filadelfia, donde se abordarán, de nueva cuenta, temas como la homosexualidad, los anticonceptivos y el aborto, razón por la cual serán el pan de cada día las interpretaciones y ediciones a cuanto diga.

En su trayecto unos le dirán conservador, capitalista de derecha; otros lo señalarán como socialista, liberal de izquierda. ¿Qué es entonces el Papa Francisco? ¿Cuál es su ideología? ¿Qué es lo que defiende? ¿Cuáles son sus intereses y por qué no termina de acomodarse en un bando del espectro político e ideológico vigente?

La respuesta es muy sencilla, el Papa y la Iglesia no se rigen por criterios políticos o ideológicos. La Iglesia se basa en la escritura, la tradición y el magisterio de la Iglesia, la ley divina y la ley natural, que son las enseñanzas de Jesús de Nazaret, el hijo de Dios. Esta doctrina existe muchos siglos antes de que naciera el comunismo o el capitalismo, los conservadores o liberales, las izquierdas o las derechas. Tampoco es un centro ideológico, es más bien una doctrina que se encuentra por encima de esta lucha ideológica. En todo caso quienes se deben comparar o no comparar con algo preexistente, es lo que llega después.

Desde el pontificado de León XIII, hasta ahora con el Papa Francisco, se ha venido construyendo lo que conocemos como la Doctrina Social de la Iglesia. Precisamente para levantar la voz frente a lo que acontece en cada época. Desde Rerum Novarum hasta Laudato Si, la enseñanza es la misma: La defensa integral de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Reconocimiento del ser humano en su parte corporal y espiritual, poseído por su dignidad de hijo de Dios.

Esta es la Iglesia de Jesús, que lo mismo tiene mandamientos claros para que nos liberen del pecado, pero llena también de misericordia y perdón, sea quien sea el pecador, sea cual sea el pecado, sólo es cuestión de aceptar y asumir ese perdón. Es natural que algunos no comulguen con estas ideas, a quien no gusten, es libre de no formar parte de la Iglesia, como libre es la Iglesia de predicar y defender su doctrina.

Por estas razones el Papa no es un político, no busca el reconocimiento de unos u otros, su mensaje es la verdad de Jesús, aunque incomode a unos u a otros. Esa ha sido la Historia de la Iglesia en sus 2 mil años de existencia y la lucha continuará. Es una lucha que va más allá de nosotros, tan antigua como la lucha entre el bien y el mal.

Twitter: @chuyramirezr

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