El papa Francisco canonizará a los pastores de vieron a la Virgen de Fátima
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El papa Francisco canonizará a los pastores de vieron a la Virgen de Fátima
El papa Francisco canonizará a los pastores de Fátima, dos de los tres niños que presenciaron las apariciones de la virgen en el pueblo portugués, cuando visite el santuario el 12 y 13 de mayo con motivo del centenario de la primera aparición.
Se cree que la Virgen de Fátima se apareció por primera vez a Francisco y Jacinta Marto, junto a su prima Lucía de Jesús dos Santos, el 13 de mayo de 1917. En los meses siguientes se volvió a aparecer hasta cinco veces más.
Francisco y Jacinta Marto murieron tres años después, con 10 y 9 años respectivamente. La tercera niña, Lucía de Jesús dos Santos, se hizo monja y murió en 2005 con 97 años. Su reconocimiento como santa aún está en trámite.
La Virgen, que se les apareció como una mujer vestida de blanco, mostró a los niños visiones que contenían los denominados Misterios de Fátima, como el final de la Primera Guerra Mundial, el inicio de la Segunda Guerra y la "reconversión" de la Rusia comunista al cristianismo.
El tercer misterio no fue revelado hasta el 2000 por el papa Juan Pablo II, quien dijo que profetizaba el intento de asesinato contra su persona de 1981.
El proceso de canonización sigue unas normas estrictas. Este no puede empezar hasta cinco años después de la muerte del candidato.
En la primera etapa, la llamada fase informativa, se estudian los escritos de la persona, así como su trayectoria vital. Posteriormente, para que se produzca la beatificación, primer paso antes de la canonización, debe probarse la existencia de un milagro atribuido al difunto.
El milagro no es una obra realizada en vida, sino que debe producirse después de la muerte. Suele tratarse de una curación médica con carácter duradero no explicable científicamente y atribuida a la intercesión del futuro beato.
Los dos hermanos portugueses fueron beatificados el 13 de mayo del 2000 después de que se reconociese la curación de la portuguesa María Emilia Santos, una mujer parapléjica que volvió a andar.
Los beatos pueden ser venerados públicamente en lugares concretos, como su diócesis u orden religiosa de origen. Para la canonización, que normalmente suele tener lugar décadas después de la beatificación y que permite la veneración de la persona en toda la Iglesia Católica, es necesaria la demostración de un segundo milagro. A Francisco y Jacinta Marto se les atribuye también la curación de un niño brasileño.