El autor de “Ladrón de Esperanzas”, Francisco Martín Moreno, afirma en entrevista para VANGUARDIA, que su más reciente novela -de la que ya se agotaron los primeros 50 mil ejemplares- es una advertencia de que el país se está “deshaciendo como papel mojado” debido a las políticas erróneas del nuevo gobierno de la República.

“…lo que yo quise (al escribir la novela) es denunciar esta situación y sobre todo tener la tranquilidad de conciencia de poder decir: yo soy inocente… porque no voté por AMLO. Pero también soy inocente porque estoy denunciando, con todos los riesgos que esto implica, a un gobierno retardatario, absolutamente conservador y profundamente corrupto”.

La voz que surge a borbotones por la bocina del aparató telefónico se escucha cargada de emoción, de pasión, de una energía quizá más propia de un activista o un luchador social que de un escritor que promueve su más reciente producto: una “novela política narrada en tiempo real”, como promueve el sello editorial Alfaguara a “Ladrón de esperanzas”, de Francisco Martín Moreno.

En entrevista para VANGUARDIA, el autor no duda en calificar al actual como un gobierno que conduce la nave nacional “viendo por el retrovisor” y “sacando políticas y estrategias del bote de basura de la historia de las doctrinas económicas”.

HACE USO DEL PERIODISMO FICCIÓN

Martín Moreno habla, al mismo tiempo, de AMLO, el personaje de ficción que protagoniza su novela -en la cual hace uso del “periodismo ficción” como herramienta literaria- y de AMLO, el actual Presidente de la República, a cuyo gobierno ha comenzado a cronicar en un proyecto literario que, al menos por ahora, implicará publicar una trilogía a lo largo del sexenio.

Cita de memoria, pero claramente con conocimiento de causa, los elementos que le llevan a calificar de conservador a un Presidente que en su talante liberal, fustiga a sus adversarios tachándolos justamente de conservadores, “neoporfiristas” y “fifís”: la reinstauración de precios de garantía, el “pleito” con el Rey de España, la entrega de contratos sin licitación, el menosprecio de la amenaza que significa la robotización, la eliminación de la educación laica, la insistencia en construir refinerías…

“Todas las decisiones (que está tomando el gobierno) son tomando en cuenta el pasado y gobernando por el retrovisor… pues nos vamos a estrellar”, puntualiza el autor, quien ha señalado también que la difusión de su novela ha encontrado dificultades porque pareciera existir temor a la reacción que el Presidente López Obrador pueda tener en contra de los medios que le otorguen espacio.

Sin embargo, asegura que la “auto censura”, a partir de la cual diversos medios le han cerrado las puertas, no ha frenado las ventas, pues la primera edición, de 50 mil ejemplares, se agotó en sólo un mes y la editorial está trabajando en la primera reimpresión, de otros 50 mil, además de que ya ha recibido una oferta para llevar su historia a la televisión a través de una serie.