Como muchos festejos modernos, el Día del padre refleja los cambios sociales y tiene un origen mixto, uno basado en el afecto, pero también en las posibilidades de mercado.

Siempre a la zaga del Día de la madre, pasaron 58 años desde que el homenaje a las madres fue oficializado en Estados Unidos con una festividad nacional en 1914 por el presidente Woodrow Wilson. La dedicada al padre fue proclamada por el presidente Richard Nixon en 1972.

En el camino, sin embargo, muchos países iniciaron también su propio Día del padre, frecuentemente, el tercer domingo de junio.

El festejo, al que en cierta forma se esperaba popularizar mediante la comercialización, ha tenido menos éxito que el Día de la madre en el sentido económico, pero ha reflejado también los cambios sociales y la evolución en la figura paterna.

En cierta forma, una parte del problema es que la figura del padre era menos afectiva que la maternal. De hecho, de acuerdo con los historiadores, una de las raíces del Día de la madre está en las campañas de reconciliación desarrolladas al final de la Guerra Civil.

Para cuando fue instaurado oficialmente a principios del Siglo 20, el Día de la madre llevaba años de campañas que mezclaban el sentimentalismo y la comercialización.

Uno de los primeros antecedentes reconocidos del Día del padre ocurrió el 5 de julio de 1908, cuando una iglesia en el estado de Virginia Occidental hizo un homenaje a los 362 hombres muertos en el desastre minero de diciembre de 1907 en las minas de carbón de la compañía Fairmont en Monongah. Al año siguiente, Sonora Smart Dodd, una mujer de Spokane, Washington, una de seis niños criados por un viudo, promovió un festejo equivalente al Día de la madre en honor de los padres y tuvo éxito: el estado de Washington celebró el primer día de padre el 19 de julio de 1910

Pero no fue sino hasta 1972 que el Dia del Padre alcanzo un estatus oficial, tras la proclamación hecha por Richard Nixon.

La fiesta ha variado y actualmente puede servir para agradecer a figuras paternas que, no siendo necesariamente los padres genéticos, son simplemente mentores, padrastros, tíos, padrinos, suegros o abuelos.