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El Niño en el pesebre, un “sí” a la esperanza: Norberto Rivera
Ciudad de México. Al oficiar misa en la Catedral con motivo de la Navidad, el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, dijo que el Niño en el pesebre es un “sí” a la esperanza de los pobres de la tierra, a los marginados, a los que no cuentan. Este Niño da una esperanza “a todo el pueblo”. La esperanza de paz y de justicia que trae no es un “tranquilizante”, sino que es una promesa y es el fundamento de una novedad de vida, de una nueva escala de valores, añadió en su homilía.
Rivera Carrera centró su mensaje en el nacimiento de Jesucristo. “Es cierto que todo niño que nace debe ser un motivo de alegría y de esperanza, todo niño que nace es una señal, de que a pesar de todo, Dios sigue creyendo en los hombres. Pero el Niño que hoy nace nos trae otros motivos de alegría y de esperanza ya que es “Consejero admirable”, “Dios poderoso”, “Padre sempiterno”, “Príncipe de la paz”, “viene a quebrar el pesado yugo, la barra que oprimía”, “viene a extender una paz sin límites y a consolidar la justicia y el derecho”, expuso.
Agregó que esto puede parecer una paradoja o algo contradictorio, pues se espera de este niño alegría, paz, justicia y salvación, pese a que se trata de un pequeño en un pesebre, rodeado de debilidad, de impotencia y con una pobreza impactante.
Parece más congruente que los emperadores y los poderosos, aquellos que tienen el poder, que tienen ejércitos, puedan dar la paz y la salvación a sus pueblos. Pero con el nacimiento del Niño que contemplamos esta noche, Dios ha trastornado estas falsas certezas de los hombres, señaló el cardenal.
Sólo Dios podía pensar en un cambio tan radical de la lógica humana, sólo Dios podía pronunciar “un no” tan absoluto a lo que los hombres siempre hemos considerado como nuestra escala de valores: la riqueza, el poder, los honores, la autoridad. Si Cristo hubiera nacido en Roma, con los honores imperiales, nada hubiera cambiado, Dios habría dado un “sí” a lo que los hombres siempre hemos pensado.
El Niño en el pesebre es un “sí” a la esperanza de los pobres de la tierra, a los marginados, a los que no cuentan, puntualizó ante los feligreses.