El mundo no será igual después del coronavirus

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El mundo no será igual después del coronavirus

Foto: Pexels
China comienza a reanudar sus actividades después de la pandemia, pero la gente debe seguir utilizando mascarillas y llevar certificados de salud.

La pandemia de coronavirus provocó cambios en muchos aspectos de la vida cotidiana y puede que algunos no regresen a la normalidad en los próximos años o quizá nunca lo hagan. Desde la forma de lavarse las manos, el saludo, los espacios de trabajo y las escuelas, los medios de transporte, etc.

Científicos y expertos reflexionan sobre las consecuencias económicas, físicas  y psicológicas que ya experimenta la humanidad durante la cuarentena y qué vendrá a futuro. El historiador israelí Yuval Noah Harari cree que los gobiernos se convencerán de ofrecer servicios médicos y sanitarios más extendidos. Otras posturas consideran que es el fin del capitalismo o que habrá una crisis de confianza con los gobiernos.

Entre las principales amenazas está la pérdida de empleo. La Organización Internacional del Trabajo estimó que se despedirá a hasta 25 millones personas. La población más duramente afectada serán las mujeres con labores vulnerables y precarias, explicó Lise Kingo, Directora Ejecutiva del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

Las consecuencias alcanzarán la cotidianidad: la forma en cómo nos transportamos, trabajamos y convivimos. Ya se pueden vislumbrar algunas de ellas en China, pues ante el control de contagios se comienzan a levantar las restricciones y se permite a los ciudadanos llevar una vida lo más normal posible.

1.- Cambios en las escuelas

Los niños y jóvenes regresan a las instituciones educativas según la región. En las más afectadas solo los alumnos de último año; en las menos, se reanudaron todos los niveles. Para garantizar su seguridad se implementaron filtros sanitarios.  

En redes sociales circula un video de un niño que, para entrar a la escuela, debe desinfectar sus zapatos, quitarse el cubrebocas, limpiarse las manos con gel antibacterial, pasar por una máquina para sanitizar su ropa y medir su temperatura.

Para cumplir con el distanciamiento social, los grupos se han reducido, las sillas están más separadas e incluso se han utilizado métodos más creativos. En la  Escuela Primaria Yangzheng en Hangzhou los alumnos deben asistir con sombreros con tubos de un metro de largo para no acercarse demasiado a sus compañeros.

2.- Las visitas a los museos

China reabrió la Ciudad Prohibida el 1 de mayo, luego de permanecer cerrada desde hace tres meses. Los oficiales que la resguardan deben llevar mascarillas y estar separados por un metro y medio. 

Los turistas ingresarán de uno en uno y guardando la distancia recomendada. Además, deberán utilizar cubrebocas y una aplicación especial que asegure su estado de salud. También se les revisará la temperatura y se les entregará gel antibacterial.

El Museo del Palacio también anunció que limitaría las visitas diarias a cinco mil personas, cuando antes podía recibir hasta a 80 mil.

3.- El transporte público

Cuando Wuhan, China, epicentro de la pandemia, reanudó el servicio de transporte público establecieron reglas para evitar nuevos focos de contagio. Las salas de espera, los vagones y las paradas se sanitizan constantemente. Se colocaron filtros para medir la temperatura y los pasajeros deben tener un certificado de salud para subir al autobús o el metro y utilizar una mascarilla.

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