¿El mundo está preparado para una pandemia de gripe?

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¿El mundo está preparado para una pandemia de gripe?

Foto: Tomada de Internet
Actualmente las noticias apuntan a una temporada de gripe más severa de lo habitual

Tengo una extraña relación con la pandemia de gripe española que mató, según algunas estimaciones, a 50 millones de personas hace 100 años.

Si no hubiera ocurrido, yo no estaría aquí.

Mi abuela noruega llegó a USA cerca del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Algunos de sus amigos habían venido aquí años antes y la instaron a seguirla. He visto las postales que le enviaban, con fotos de personas flotando en las costas del viejo parque de atracciones Saltair, con las largas faldas de sus trajes de baño ondeando al viento.

Para mantenerse, se convirtió en sirvienta en el antiguo Hotel Newhouse en el centro de la ciudad. Pero a ella nunca le gustó y anhelaba volver a casa. Ella se vio en una relación con un hombre rico de Noruega que dijo que la llevaría a su casa si ella se casaba con él.

Ella consintió y regresaron a Noruega.

En 1918, la gripe española golpeó a ese país como lo hizo en gran parte del mundo. Su esposo la contrajo y murió. Tiempo después, ella conoció al hombre que se convirtiría en mi abuelo.


Aunque disfruto reflexionar sobre esta conexión, no me gustan las pandemias. No podemos cambiar la historia, por un lado, podría resultar en mi repentina desaparición, y sin embargo, deberíamos estar más preparados para el futuro.

Actualmente las noticias apuntan a una temporada de gripe más severa de lo habitual. Australia, que recibe el impulso de la nueva mutación del virus cada año, descubrió que la vacuna de este año, una vacuna anual contra un blanco en movimiento, solo tiene un 10 por ciento de efectividad.

En Irlanda del Norte, las iglesias anunciaron la suspensión de "la señal habitual del apretón de manos de la paz", que los feligreses tradicionalmente intercambian durante la Misa.

Eso está muy lejos de hace un siglo cuando una Comisión en USA ordenó la clausura de todos los edificios públicos, incluidas iglesias, teatros y escuelas. Y en el Día del Armisticio, como el día de las elecciones, la gente tenía que decidir si el patriotismo era más importante que el riesgo de morir.

Desde entonces, los funcionarios de salud pública han hecho sonar las alarmas cada vez que hay indicios de una pandemia en el viento. En 1976, el presidente Gerald Ford inició un programa nacional de inoculación contra una epidemia de gripe porcina que nunca llegó. Algunas personas se enfermaron horriblemente debido a la vacuna, y más recientemente, los sustos que involucran cepas de virus transmitidos por las aves han inducido un pánico leve.

Pero el hecho de que el mundo no haya experimentado una pandemia de gripe similar a la de hace un siglo no significa que no pueda volver a suceder. Tampoco significa que estemos preparados.


Un artículo de opinión en el New York Times en enero, escrito conjuntamente por el director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, describe la situación desesperada.

"No estamos preparados", dice. "Nuestras vacunas actuales se basan en la investigación de 1940", y estas serían tan efectivas contra una pandemia como el "tratar de detener el avance de un tanque de batalla con solo un rifle".

Por ello recomienda una estrategia nacional, completa y con financiamiento adecuado, para desarrollar una vacuna universal contra todas las cepas de influenza A, algo que los Institutos Nacionales de Salud han priorizado.

El gobierno hasta las ciudades más pequeñas, debería tener planes establecidos para manejar un brote.

Cien años después, es difícil imaginar lo que el mundo soportó. En su diciente libro, "The great influenza (La Gran Influenza)", John Barry describe cómo los muertos abrumaron a las instituciones gubernamentales en Filadelfia y en otros lugares, y los cuerpos eran enterrados sin ataúdes.

En su apogeo, la gripe mató con sorprendente rapidez. Barry cita a un conteo de Charles Lewis en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, quien saltó en un tranvía para un viaje de tres millas "cuando el conductor se derrumbó, muerto. En las siguientes tres millas murieron seis personas a bordo del tranvía, incluído el conductor".

Para estar seguros, no lo veremos este año, aunque es preocupante observar que la gripe mata a un promedio de 36,000 personas en Estados Unidos cada año, un número que nos alarmaría si fuera causado por una nueva enfermedad.

Me detengo a menudo para decir que estoy agradecido por la pandemia de 1918 que hizo posible mi vida. Tampoco sé qué rarezas extrañas de la historia pueden influir en las generaciones futuras. Pero sí sé una cosa. Si los científicos creen que es posible erradicar la gripe, crear una vacuna debería ser una prioridad.