El mundo en movimiento…

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El mundo en movimiento…

Se suponía que el mundo global ya había alcanzado cierto orden, con la formación de bloques político-económicos que establecían una nueva regionalización del mundo, en base al comercio, pero también a un propósito común hacia la estabilidad y la paz.

Pero resulta que no es así. El Siglo XXI está trayendo antes de llegar a sus primeros veinte años (la quinta parte inicial) una serie de modificaciones en el escenario mundial que nadie tenía previstos.

La Unión Europea se desgaja. La salida del Reino Unido es una sacudida al muy ambicioso proyecto de una Europa única y sólida. Mientras que Alemania prevalece como una potencia de primer orden, Francia no se pone de acuerdo, a su interior para modificar sus normas laborales que le permitan ser más competitiva con sus vecinos. Y además el Estado Islámico la convierte en blanco favorito de sus ataques terroristas de todo tipo y alcance. 

España no puede formar gobierno, y Turquía está en una crisis política mayúscula, a centímetros de una guerra civil, por el intento fallido contra su Presidente, de origen eleccionario, aunque no muy democrático. 

La migración de Siria e Irak, de otros países árabes, y de muchos africanos  está  creando una población adicional, una población en movimiento, que ha dividido profundamente a toda Europa acerca de cómo tratar ese fenómeno. 

Más aún porque en África se demuestra que hay países cuyos gobiernos, jamás, o por lo menos no en muchas décadas, podrán sacar de la miseria a su población. O sea que migración para rato.

En América las cosas también están cambiando. La nominación inexplicable o políticamente incorrecta de Donald Trump, y sus ocurrencias, han puesto bajo la lupa el TLC, de tal suerte que la candidata demócrata Hillary Clinton ha tenido que moverse un poco de sus posturas iniciales, y ahora ha anunciado que revisará el tratado con sus vecinos, lo cual no es la mejor señal para nosotros los mexicanos.

A todo ello hay que agregar la incapacidad política de Barack Obama para concretar una reforma migratoria que beneficie a los millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos, y donde los nuestros, los mexicanos, son mayoría. Con lo que se abre aún más la posibilidad de deportaciones masivas.

La necesidad de alcanzar un mayor crecimiento económico impulsó al propio Obama a suscribir un acuerdo con doce países, de Sudamérica, Asia y Oceanía, además de los miembros del TLC, para crear un bloque comercial que pueda contrarrestar la fuerza de China, que en cuento vuelva a acelerar su dinamismo será una economía imparable de nuevo.

Lógicamente este acuerdo, conocido como TPP tampoco ha caído muy bien en muchos sectores de todos los países que lo han suscrito, y que en los próximos meses irá gradualmente entrando en vigor.

El sentido común de la geopolítica ha hecho que Cuba y Estados Unidos se vuelvan a mirar de frente, sin la pistola en las manos, y este año han avanzado notablemente en un establecimiento de relaciones diplomáticas, y de alguna manera económicas, aunque el embargo comercial prevalece. Muchos cubanistas que murieron hasta hace dos años, se fueron al otro mundo pensando que no eso podría suceder jamás.

Rusia, con todo y sus sorprendentes números en muchos rubros de la producción mundial, y su cada vez mayor influencia en el tema energético y minero, ya no pudo continuar como el primer amor del régimen de los heranos Castro.

La cada vez menor ayuda Venozolana a los isleños. La caída de otros apoyos sudamericanos, y los vaivenes del mercado petrolero que lo mismo pegan en México, que en Brasil, son parte de la estampa latinoamericana, acaparada en gran parte por el desmoronamiento chavista de la misma Venezuela.

El terrorismo, las migraciones, y el raquítico crecimiento de la economía mundial son los factores que han generado en los últimos dos años los cambios que la globalidad no esperaba.

El mundo se está moviendo.