El 'motor del sexenio' frena: Exportación de autos cae desde la primera mitad de 2015
Ciudad de México (SinEmbargo).– Entre música y luces, una maquinaria descendió lentamente la camioneta Audi Q5 durante la inauguración de la primera planta de automóviles premium en México. A diferencia de otras ocasiones, no estuvo el Presidente Enrique Peña Nieto porque estaba en Israel. “Esta fábrica es mucho más que una inversión financiera [1 mil 300 millones de dólares]. Contribuimos a reforzar la actividad económica en México”, aseguró Rupert Stadler, presidente del Consejo de dirección de la armadora alemana Audi AG, el viernes pasado en el evento en San José Chiapa México, Puebla.
Semanas antes, el 7 de septiembre, la empresa coreana KIA también celebró su gran ceremonia de apertura de una enorme planta en Pesquería, Nuevo León, la única en América Latina y una de las más grandes en el mundo. Contó con la presencia del Secretario de Economía, Idelfonso Guajardo, el Gobernador Jaime Rodríguez y el presidente de la firma, Seong Bae Kim. Esta fábrica emplea alrededor de 1 mil 600 trabajadores, sumado a 7 mil plazas de los proveedores en el complejo, lo que da un total de 8 mil 600 trabajadores.
En el país hay 15 plantas de Chrysler, Ford, General Motors, Kia, BMW, Mazda, Honda, Nissan, Toyota y Volkswagen distribuidas en Coahuila, Estado de México, Sonora, Chihuahua, Puebla, Guanajuato, San Luis Potosí, Jalisco, Morelos, Aguascalientes, Baja California Norte y Nuevo León. En los últimos dos años suman ya 13 mil millones de dólares las inversiones que la industria automotriz global ha anunciado para México y, de acuerdo con la Secretaría de Economía, este sector aporta el 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
De 2011 a 2015 la industria automotriz del país aceleró y ha representado uno de los principales fundamentos de la economía ante la caída en los ingresos petroleros y, ahora, también ante la estimada desaceleración del consumo interno, inversión y la demanda externa. Por eso las inauguraciones de las plantas son una fiesta.
Sin embargo, como muestra una gráfica de la balanza comercial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de las exportaciones de vehículos ha comenzado a descender desde la segunda mitad del año pasado.
De acuerdo con la fuente oficial, de enero a agosto de este año la exportación automotriz a Estados Unidos –el principal comprador– cayó un 2.6 por ciento y al resto del mundo bajó un 10.1 frente al mismo periodo del 2015. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) registró en los mismos ochos meses una exportación total de un millón 815 mil 566 autos, 2.7 por ciento menos que en el mismo periodo de 2015, y una producción de 2 millones 291 mil 137, 0.7 por ciento más frente a 2015, principalmente de Nissan y General Motors.
“La desaceleración en la venta de autos en Norteamérica y la complicación para la instalación de plantas en México limitará la meta de alcanzar los cinco millones de autos producidos en el país para 2020”, dijo Guido Vildozo, director de análisis del sector automotriz de la consultora internacional IHS, durante el Congreso Internacional de la Industria Automotriz en México (CIIAM).
México es el cuarto exportador de automóviles y el séptimo productor a nivel mundial y, de acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), el principal destino de los autos que se fabrican en el país es Estados Unidos, a donde llega el 71.7 por ciento de la producción, seguido de Canadá con el 10.8 por ciento, en parte, gracias al Tratado de Libre Comercio (TLC).
No obstante, expuso esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento económico mundial continúa “apagado”, con una estimación del 3.1 por ciento en 2016 y del 3.4 por ciento en 2017, frenado por la notable revisión a la baja de Estados Unidos: se prevé crezca un 1.6 por ciento este año y un 2.2 por ciento el próximo, seis y tres décimas menos respectivamente que lo calculado hace tres meses.
“Hay poco comercio mundial lo cual afecta mucho a países exportadores como México”, aseguró el analista económico Alejandro Villagómez. La debilidad de las exportaciones mexicanas es porque “nuestro principal comprador, Estados Unidos, tuvo un mal crecimiento durante el primer semestre. ¿Quién nos compra?”, explicó.
En efecto, el FMI rebajó las perspectivas de crecimiento de México a un 2.1 por ciento este año y al 2.3 por ciento en 2017, debido a la debilidad del sector exportador del país en la primera mitad de 2016.
El comercio, dijo su directora Christine Lagarde, “ha sido un gran motor para el crecimiento. Y si queremos mejor crecimiento para atender a los problemas pendientes, precisamos de ese motor para apoyarlo y acelerarlo”.
LOS OTROS TOPES: CORRUPCIÓN Y VÍAS
El gobierno, aún esperanzado en el potencial económico del sector automotriz, ha estimado que para el 2020 México producirá cinco millones de autos y será el segundo exportador mundial. Para cumplir esa meta se realiza una inversión de 62 mil millones de pesos, de los cuales el 80 por ciento proviene de la iniciativa privada, destacó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) hace ocho días.
Actualmente, añadió, se movilizan por mar más de 1.3 millones de autos, y en conjunto, los puertos de Mazatlán, Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Acapulco, Altamira, Veracruz, Tampico y Tuxpan tienen la capacidad para movilizar cerca de dos millones.
Sin embargo, Guido Vildozo, director de análisis del sector automotriz de la consultora internacional IHS, declaró en conferencia de prensa que este objetivo se complicará por la desaceleración de la venta de autos en Norteamérica y la complicación para la instalación de plantas en México como, dijo, el caso de Toyota y KIA.
La planta de KIA se vio envuelta en un escándalo relacionado con el ex Gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina, acusado de desviar 3 mil 680 millones de pesos en beneficios otorgados a la armadora coreana, lo que supera lo permitido por la Ley de Fomento a la Inversión Extranjera.
En Guanajuato, la empresa regiomontana JAOS & SGB, de donde dos ex funcionarios de la Procuraduría Agraria del Gobierno estatal son miembros, adquirió a un precio 294 hectáreas del ejido Caleras de Ameche, en Apaso el Grande, y después las revendió más caras al Gobierno estatal, quien a su vez las donó a la automotriz Toyota, que proyecta instalar una planta armadora en la entidad con una inversión de mil millones de dólares. Lo anterior se detalla en un investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad publicada en junio.
La Diputada de Guanajuato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Beatriz Manrique Guevara, aseguró en entrevista que, dado que los dueños de la empresa JAOS & SGB están ligados al Gobierno del ex Presidente panista de México Felipe Calderón Hinojosa, del partido actualmente en el poder en ese estado, se presume tráfico de influencias.
“Como parte de los incentivos que los gobiernos alrededor del mundo suelen otorgar para la instalación de plantas de este tipo, se estableció la entrega a Toyota de un predio de aproximadamente 600 hectáreas para la construcción de la misma”, justificó la empresa en un comunicado.
El otro obstáculo de la industria automotriz nacional es el hecho de que la vía marítima no es la única para trasladar los carros.
En México existen alrededor de 25 mil kilómetros de vías de ferrocarril. Pero, de acuerdo con la revista especializada Manufactura, la red ferroviaria mexicana sólo se conecta con la estadounidense en ocho de los 25 cruces fronterizos, “un problema para la industria automotriz que envía 70 por ciento de las exportaciones hacia Estados Unidos”.