El México bronco

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El México bronco

Días negros. De nuevo, y como siempre, afloró el México bronco. Es el estado perpetuo de crispación y rencor social en el que vivimos. La cosa es que, con pinzas y delgados hilos, el odio y el rencor están un tanto controlados, pero a la menor chispa aflora esta fase perpetua de crispación y desesperación. El México bronco afloró por los siguientes motivos que por lo demás, usted los conoce y, como yo, los padece; nada es nuevo, pero sí hay que puntualizarlos para que nunca, jamás se olvide. 

Días largos y lerdos, de violencia extrema en casi todo el País en este convulso inicio de año. Desde Hermosillo, el abogado Víctor S. Peña me contó de una batalla campal en pleno centro a pocos metros de su Academia. Tuvieron que llegar un helicóptero y los cuerpos de policía para calmar aquello. En Monterrey, mi ciudad adoptiva donde escribo y trabajo, usted lo vio: el caos total, la anarquía. Luego vendría lo imposible: a tiros, un joven en su escuela desató un infierno. Y es que, todos lo saben, no hay Gobernador. Jaime Rodríguez ha resultado un fiasco, como se esperaba. Se deseaba un cambio total, no lo hay. Y no lo hay porque al final de cuentas tiene las mismas mañas y remedos del partido al que perteneció toda su vida, El Partido de los Vividores (el PRI, pues). Aquí, Fuerza Coahuila reprimió con violencia una manifestación y toma pacífica de instalaciones de Pemex en Monclova. En Veracruz, donde la vida no vale nada (es un Estado por demás extraño, aquí está presente un germen patógeno poco estudiado que hemos platicado y desglosado en charlas Luis Carlos Plata y quien esto escribe, sin llegar a puntos definitivos), la violencia se cobró vidas. Muertos en vida estamos todos, pues. Ni se diga de la violencia generada en el Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Michoacán…

Quien esto escribe recibió amables invitaciones de gente anónima –esos de las redes sociales que se escudan bajo seudónimos cibernéticos como el patodonald39, el avispon6 y un largo etcétera– para ir a saquear Coppel, Walmart, Sanborn’s y otras tiendas de este pelaje. La rapiña, no la protesta. El Gobierno no puede. ¿Cómo respondió el presidente Peña Nieto ante la ola de saqueos, violencia y caos en el País por el aumento a los combustibles? Con dos o tres tibios discursos. Dijo que el incremento a las gasolinas venía del “exterior”. Sin duda, es tan torpe e ineficaz que su error programado para diciembre… lo cometió en enero. ¿Protestar? Sí, lo invito a usted a seguir protestando inteligentemente. Cuestione usted la barrabasada de Peña de nombrar a Luis Videgaray como secretario de Relaciones Exteriores cuando éste dejó en Hacienda lo que ahora se padece: un desmadre.

Esquina-bajan
Proteste usted y hágale saber a Hilda Flores Escalera, a Jericó Abramo Masso, a un desparecido Armando Luna Canales, a Marcelo Torres, a una incapaz Silvia Garza que usted está en contra de semejante nombramiento y, claro, cuestióneles voz en cuello del aumento de los energéticos. Este aumento lo avalaron 248 legisladores del PRI, PVEM, PES, PANAL y varios del PAN. Es decir, todos. Nadie se puede lavar las manos. ¿Recuerda lo que nos enderezó el millonario Donald Trump cuando bramaba la campaña para Presidente de EU? “Los mexicanos son delincuentes”. Rápido se comprobó su lapidaria frase. Sí, en varios estados no se protestó, se robó.

¿Por qué esta desesperación y estado perpetuo de insatisfacción y rencor social? Por hambre. Y luego, por resentimiento, rabia y desesperación de que en México la ley se aplica a un ciudadano jodido que roba por comida una lata de frijoles, jamás a un político que roba millones. No pesos, sino dólares. Es el caso de los exgobernadores Javier Duarte (Veracruz), César Duarte (Chihuahua), Roberto Borge (Quintana Roo), Jorge Herrera (Durango), Egidio Torre (Tamaulipas). Aquí en Coahuila ni se diga. Somos el mejor ejemplo de la impunidad. Luis Carlos Castillo Cervantes, quien se declaró culpable de lavado de dinero en una Corte de Texas (jueves 5 enero 2017), delató a sus socios, entre ellos a Humberto Moreira y  . A Castillo ya le incautaron al menos 36 millones de dólares. Dinero a puños.

La amenaza no es Trump, no; la amenaza es doméstica y está aquí y ahora. ¿Usted ya protestó porque no obstante que el PAN lo tiene todo para ganar, va a la urna un flan como Guillermo Anaya? ¿Usted ya protestó y exigió la dimisión de los consejeros del IEC, en especial la de Alejandro González al ponerse de tapete, de manera abyecta y despreciable, a las órdenes de David Aguillón y su PRI? ¿Usted le ha pedido cuentas, ya protestó en contra de un diputado ocioso y ramplón, como Javier Díaz, el cual se quiere reelegir, cuando su presencia fue intrascendente en la Legislatura actual? Lector, lo invito a protestar e ir a la urna cuando se deba. Cambie las cosas. Acabo de regresar de Zacatecas y sí, aquí siguen de pie, protestando.

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Hambre + desesperación + impunidad + rencor social = motín, revuelta.