El Mercado Juárez en el Congreso
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El Mercado Juárez en el Congreso
El pasado miércoles 5 del presente, la LX Legislatura Local aprobó por unanimidad la inscripción con letras doradas de la frase “A la Constitución Mexicana de 1917” en el Muro de Honor de la Sala de Sesiones, y la inscripción de otras dos frases, “A Pilar Rioja” y “A Manuel Acuña”, en el muro del vestíbulo del Palacio del Congreso del Estado para homenajear a los dos distinguidos coahuilenses.
Sorprende otro punto de acuerdo, relativo al Mercado Juárez y sus bajas ventas: el Congreso pedirá a las autoridades municipales, estatales y federales realizar acciones para promover ese mercado. Está muy bien que se promueva, pero sorprende, y sobremanera, el otro lado del punto de acuerdo: que se les den apoyos constantes a los locatarios instalados en el lugar. Si alguien ha sacado provecho del Mercado Juárez son los locatarios. Algunos tienen por costumbre no pagar al Municipio las cuotas de arrendamiento de sus locales con el argumento de que los han venido ocupando por varias generaciones o desde muchos años atrás, y sus deudas son escandalosas. Y no las cubren a pesar de nuevos plazos y facilidades otorgados por el Municipio. El Congreso, entonces, quiere apoyar a una clase de ciudadanos que usan y abusan del patrimonio de la ciudad.
Todos los pequeños comerciantes están sufriendo tanto o más que los locatarios del mercado para surtir sus negocios y pagar sus rentas. Y la situación económica es igualmente difícil para sus clientes, es decir, todos nosotros. La Legislatura Local debiera entonces apoyar a todos los comerciantes y a todos los clientes, y no a un grupo selecto de comerciantes sólo porque están establecidos en el Mercado Juárez.
Saltillo es una de las pocas ciudades en el País que han conservado en el centro su mercado en su edificio. En otras ciudades, esos edificios ya tienen otros mejores destinos, ocupados por museos o centros culturales, y algunos, los que tenían enormes vidrieras y vitrales, son ahora bellísimos y exóticos jardines interiores. El concepto de los mercados como grandes centros comerciales de las ciudades con significado especial para sus habitantes por ser centros de reunión, cambalache y regateo, está muy rebasado ya. Antes se compraban y se vendían toda clase de mercancías en el Mercado Juárez, ahora ya no porque los modernos supermercados y los mercados de abasto vinieron a cambiar las costumbres del mercadeo.
El Mercado Juárez tiene una larga historia. Ubicado en la parte norte de lo que fue la antigua Plaza Tlaxcala, perteneciente al pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, una gran extensión que comprendía desde la iglesia de San Esteban en la actual calle de Ocampo, hacia el norte hasta la de Pérez Treviño. En aquel lugar se reunían los saltillenses y por muchos años ahí se llevó a cabo la famosa Feria del Saltillo y los espectáculos circenses que de vez en cuando llegaban a la ciudad. En el extremo norte se encontraba la Plaza de Toros, demolida a principios del siglo pasado para construir en su lugar el primer edificio del Mercado Juárez, inaugurado en 1902.
Aquel primer edificio del mercado era imponente. Una pequeña escalinata daba acceso a sus tres puertas frente a la plaza, y por el lado de Pérez Treviño la gradería frente a las puertas era muy alta. Las llamas lo devoraron en 1925. El segundo edificio fue destruido por otro incendio en 1952, y hasta 1957 se inauguró el tercero, restaurado y rehabilitado totalmente en 2002, para hacerlo bello y armonioso con la zona y los edificios circundantes.
El Mercado Juárez fue anteriormente un sitio de mucha tradición para los saltillenses, pero eso no autoriza a la Legislatura Local a solicitar “apoyos constantes” ni privilegios particulares para sus locatarios. Al final, los diputados representan a todos los comerciantes de Saltillo.