Los Angeles asistió al show de Ricky Rubio, quien jugó el mejor partido de su carrera profesional en la NBA para propiciar el triunfo 112-111 de los Minnesota Timberwolves en la cancha de los Lakers.

Los Wolves abrieron en la madrugada del miércoles su participación en la nueva temporada de la Liga Profesional de baloncesto estadounidense con una exhibición de Rubio. El base español logró su récord anotador en la NBA con 28 puntos y añadió 14 asistencias en 33 minutos de juego.

Rubio lideró una remontada de 16 puntos de su equipo y demostró que si las rodillas le aguantan podrá convertirse en una de las grandes estrellas de la Liga.

Kobe Bryant, con 24 puntos en 29 minutos, registró la mayor anotación de un jugador en la NBA con al menos 20 temporadas a sus espaldas, pero erró los últimos ocho tiros que intentó.

Fue una noche llena emociones que se abrió con todos los jugadores luciendo una camiseta en recuerdo de Flip Sanders, entrenador de los Wolves fallecido recientemente por un cáncer linfático.

Luego, en el mejor homenaje posible, llegó la exhibición de Rubio. "Se nos ha ido nuestro padre", dijo hace unos días el base español sobre la pérdida de Saunders, a quien honró en Los Angeles de la mejor forma posible.

El Staples Center no tardó en comprobar cómo es el "nuevo" Ricky Rubio, quien anotó 10 puntos en apenas siete minutos. Y no pararía durante todo el partido.

El base español trabajó durísimo esta pretemporada con el objeto de mejorar su tiro. Para ello, no sólo se cargó de confianza, sino que varió sensiblemente la mecánica de su lanzamiento. Ahora se le ve más seguro, más limpio en el salto, más armómico en el uso de su muñeca. Más ortodoxo.

Rubio superó las 10 asistencias en el tercer cuarto y mantuvo con vida a su equipo mientras los Lakers amenazaban con escaparse definitivamente.

Sam Mitchell, debutante en el banquillo de los Wolves, asistió a la gran remontada de su equipo, que se situaron con ventaja 99-97 en el último cuarto, un margen ampliado hasta el 111-102.

No obstante, los Lakers regresaron a la pelea e incluso tuvieron una posesión final para voltear definitivamente el marcador, pero Lou Williams erró su lanzamiento y el triunfo se quedó en manos de Rubio y sus compañeros.

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