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El matrimonio debe ser para siempre ¿O no?
¡No te puedes divorciar, debes quedarte junto a tu esposo por tus hijos! Es una de los ´consejos´ que suelen dar las personas que se encuentran a tu alrededor cuando saben que estás pensando en separarte, sin pensar ni tomar en cuenta por un momento tus razones.
Una mujer cuyas características principales eran la vulnerabilidad, la inestabilidad, la imprevisibilidad, desequilibrio y fragilidad, un día se enamoró. Decidió casarse, tuvo dos hijos pero no era feliz. Se la pasaba 12 horas durmiendo por la inmensa depresión y de alguna manera el dormir muchas tantas horas le ´ayudaban´ a no sentirse tan mal.
Las reuniones familiares no ayudaban en nada. Ver, atender, convivir con sus padres, hermanos, primos y demás amigos no la hacían alejar su cabeza de esos sentimientos, al contrario, le dejaban un sabor de melancolía y tristeza.
La depresión, ansiedad, resentimiento y enfado que sentía de manera constante, lo enfocó solo en su marido, jamás con sus hijos. Durante siete años fue tormentoso, hasta que a pesar de todos los dichos, criticas, menosprecios, y demás cosas que sus allegados le decían, decidió separarse de su esposo.
El divorcio en este caso, asegura ella, le salvó la vida. Apartada de su marido e hijos, sintió un gran alivio y la hizo cambiar de actitud, dejó se sentir culpa por arruinarle la vida a su pareja y sus hijos.
Razones por las que es recomendable una separación
1. Violencia. Cuando uno de los dos tiene problemas de violencia física y psicológicamente graves y no se lo procura.
2. Infidelidad. Se refiere a casos en los que la infidelidad se da solo una vez o cuando es reiterado, esto depende de la parte afectada y qué tanto está dispuesta a perdonar.
3. Enfermedades. Existen padecimientos que impiden una buena convivencia en la familia y hasta pueden ser peligrosos si no se hace algo al respecto, afectando a cualquier a todos los integrantes de la familia.
4. Culpabilidad. Aplica en los cónyuges que se sienten responsables por todos los aspectos negativos que se viven.
5. Atentado. Este puede ser contra la vida de su pareja o de alguno de sus hijos, así como los malos tratos a la integridad física.
6. Homosexualidad. Si descubre que el cónyuge tiene tendencias homosexuales.
7. Abandono. Abandono contínuo o reiterado del hogar común.
8. Adicciones. La adicción al alcohol o cualquier droga que agrave la convivencia armoniosa entre la pareja y los hijos.
9. Condena. En caso de que sean castigados por las autoridades por algún crimen o contra la moralidad pública, o contra las personas que implique un grave rompimiento de la armonía conyugal.
10. Abuso. Cuando uno de los cónyuges utiliza a su hijo o hijos para venderse y así obtener ganancias económicas.
Siempre lo ideal es luchar contra todo y contra todos para no divorciarse facilmente. Algunas personas por el gran amor que sienten por sus hijos son capaces de sacrificarse y aunque ya no amen a su pareja o no signifique nada para ésta, continúan juntos haciendo a un lado que en muchas ocasiones, los hijos lo perciben y aun así no son felices.
Sin importar las razones para una separación, si sean justificables o no, es una decisión terrible y es totalmente exclusiva de una pareja, pero siempre debe tenerse como eje central el bienestar de los hijos.