El mago del cine, Bertolucci, cumple 75 años

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El mago del cine, Bertolucci, cumple 75 años

Su primer gran jugada fue "El último tango en París", en 1972. Un crítico estadounidense aseguró entonces que era "la película más erótica que jamás se hubiese rodado".

Durante años se supo poco de Bernardo Bertolucci. Tras estar diez años sin dirigir, en 2013 regresó con el drama "Tú y yo", en el que abordaba algunos de sus temas predilectos como la pubertad, el despertar sexual, las drogas y el incesto.

Ese mismo año también ejerció la presidencia del jurado del Festival de Venecia. El director, que lleva varios años en una silla de ruedas por una operación en la columna que salió mal, es autor de obras maestras como "El último tango en París" y "El último emperador" y cumple el miércoles (16 de marzo) 75 años.

Esa mirada a lo prohibido, a lo oculto, el voyeurismo en su forma más audaz sirve para describir la obra del cineasta, que figura entre los clásicos modernos a pesar de haber rodado sólo unas 15 películas, pocas en comparación con otros directores. Desde hace tiempo Bertolucci está considerado uno de los últimos grandes maestros del cine de posguerra italiano.

El director de cine Bernardo Bertolucci. Foto www.blog.septima-ars.com

Su primer gran jugada fue "El último tango en París", en 1972. Un crítico estadounidense aseguró entonces que era "la película más erótica que jamás se hubiese rodado".

Aunque hoy en día esa afirmación suena demasiado categórica, "El último tango en París" se ha convertido en una película de culto, que en su momento fue prohibida en Italia y por la que Bertolucci fue multado.

Nacido en 1940 en Parma, el actor supo tomar el pulso a una época llevando la pantalla la exploración del deseo, la lujuria de una generación que respiraba aires de libertad.

La cinta se centra en un americano de mediana edad (Marlon Brando) que deambula por París y se topa con una joven francesa, que interpreta Maria Schneider. Prácticamente toda la cinta tiene gira en torno al sexo. Legendarias son las escenas sobre el suelo de un apartamento vacío de París.

Para Maria Schneider la fama que le aportó la película fue más bien una maldición. Tras el fulminante éxito vinieron los problemas de alcohol y drogas y murió con tan sólo 58 años en 2011. Bertolucci dijo: "Realmente era demasiado joven para afrontar el enorme e impredecible éxito".

El director, sin embargo, consiguió una nominación a los Oscar y numerosos premios, pero sobre todo el dinero para su proyecto más ambicioso: la película "1900", un largometraje de época de cinco horas y media sobre la lucha de clases a principios del siglo XX.

A pesar de contar con un reparto de ensueño, con estrellas como Burt Lancaster, Donald Sutherland, Robert de Niro y Gérard Depardieu, Bertolucci, que de declaraba comunista, no consigió convertir en un taquillazo esta película de marcado perfil político.

Su mayor éxito llegó en 1987 con el "El último emperador", con la que consiguió 9 oscar y cuatro Globos de Oro. En la cinta abora la vida del último emperador chino, que llegó al poder con tres años, era tratado como un dios y "vivía como preso de su propio poder". Con esta cinta Bertolucci se convirtió en el primer director occidental al que se le dio permiso para rodar en localizaciones originales en Pekín.

El segundo intento de Bertolucci de abordar un tema del lejano oriente se convirtió, sin embargo, en un sonoro fracaso ("Little Buddha", 1993). Tampoco cosiguió el aplauso de la crítica en "Stealing Beauty" (1996), centrada en las experiencias amorosas de una joven estadounidense de visita en la Toscana. A pesar de contar con una arrebatadora Liv Tyler, la crítica fue devastadora.

Pero sí recibió elogios por "L'Assedio" (1998), el tierno amor platónico de un pianista por una joven africana. Casi todo el metraje se desarrolla en un edificio junto a la Plaza de España en Roma.

Con el tiempo, Bertolucci se ha ido adaptando a su vida en silla de ruedas. Al principio fue difícil, dijo en una entrevista en 2012. Durante años, dijo, estuvo en un estado de apatía. "Pero cuando lo acepté, comencé a vivir de nuevo y me dije: 'Voy a hacer una película'".