El lupus no tiene cura, pero mientras más se apegue al tratamiento, menos recaídas habrá
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El lupus no tiene cura, pero mientras más se apegue al tratamiento, menos recaídas habrá
Torreón, Coahuila. - Para el lupus no existe cura, pero el paciente mientras más se apegue al tratamiento indicado tendrá menos recaídas y es más probable que la enfermedad se mantenga estable durante períodos prolongados, dijo la doctora Sandra Araceli Sicsik Ayala, adscrita al servicio de Reumatología en el Hospital de Especialidades del IMSS en Torreón.
El lupus eritematoso es una enfermedad en la cual el sistema inmunológico, encargado de proteger al organismo de las infecciones o cualquier otro daño, en este caso tiene mal funcionamiento y forma demasiados anticuerpos que producen afecciones en los músculos, riñón, corazón y en todos los órganos y sistemas.
Es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero si un control que dependerá de la edad de inicio en el paciente y de las manifestaciones que tenga en cada caso.
El lupus no es igual en cada paciente, todo depende de la genética de cada individuo y sí tiene mucho que ver la carga genética de cada persona para una predisposición, sobre todo cuando se tiene alguna enfermedad que involucre al sistema inmune, como problemas de tiroides, antecedentes de artritis reumatoide, vitíligo, etcétera.
El lupus se presenta mayormente en mujeres que son las tienen predisposición y empieza con el cambio hormonal, por eso se ha visto que los estrógenos tienen una relación directa con la enfermedad, por eso es más predominante en mujeres.
Asimismo, es muy poco frecuente que se presente en una edad avanzada y se le llama lupus de inicio tardío que es cuando empieza después de los 55 años, pero es menos frecuente. El mayor volumen de presentación es entre los 20 y los 35 años.
El lupus, como es muy variada su manifestación muchas de las veces el diagnóstico es tardado y pueden pasar hasta uno o dos años en detectarlo como tal.
Las manifestaciones más comunes es el lupus cutáneo agudo y tiene que ver mucho la exposición al sol, pero no el sol directamente, sino la radiación ultravioleta, ya que estimula el sistema inmunológico y eso hace que se active la enfermedad.