El lío de los fármacos; cuando las diferencias sí importan

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El lío de los fármacos; cuando las diferencias sí importan

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Cientos de medicamentos similares tienen presentaciones diferentes, y viceversa. Lo que proponen los expertos para resolver el problema: ‘si son iguales que parezcan iguales y si son diferentes que parezcan diferentes’.

Los errores de medicación por apariencias engañosas, rara vez tienen repercusiones  mediáticas, pero son muy comunes. 

El espectáculo de colores, formas y diseños no es un detalle irrelevante, porque las apariencias de los medicamentos importan, incluso pueden ser fatales.

Los errores de medicación suelen matar o provocar daños en la salud a millones de personas en todo el mundo. De hecho, entre todos los tipos de errores que se producen en los sistemas sanitarios del planeta, los de medicación son uno de los más frecuentes, incluso constituyen  un problema importante de salud pública. 

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, estima que se producen millones de errores de medicación cada año, con cientos de muertes provocadas por efectos adversos que se podrían haber evitado.

De todos los errores de medicación en Estados Unidos, 25% de ellos ocurren por confusión en los nombres de los fármacos, y 33% por confusión derivadas del envase y/o el etiquetado. 

Aunque esas cifras varíen según el país del que se trate, la presentación de los fármacos tiene un papel esencial en la correcta o incorrecta prescripción, dispensación y administración de los mismos. 

Lo que hacen los pacientes
Una encuesta realizada en Francia sobre cómo identifican los pacientes sus medicamentos, reveló que 70% se guían por el nombre y el 30% por la apariencia. 

Este comportamiento pone en evidencia un detalle que suele pasar inadvertiido: las apariencias de los medicamentos importan porque multitud de personas se guían por ellas para reconocerlos.

De hecho, con la prescripción ‘por principio activo’ y no por marca, se dio un paso importante en la presentación racional de los medicamentos, e incluso hubo un ahorro sustancial para las arcas públicas. 

Sin embargo, fue al mismo tiempo una oportunidad ideal perdida para solucionar un problema constante en la sanidad de todo el mundo: que un mismo medicamento (principio activo y dosis) puede tener divesas presentaciones (apariencias) en sus cajas, envases, comprimidos o cápsulas, según la marca y empresa farmacéutica, y viceversa: medicamentos muy diferentes pueden tener presentaciones muy similares. 

En nuestro país, el caso más pintoresco es el del protector gástrico omeprazol. Existen más de 70 presentaciones diferentes (con gran variedad en sus apariencias) solamente para este medicamento.

Pero también existen decenas de medicamentos diferentes con  apariencias similares. De manera que un paciente que esté tomando medicamentos como omeprazol, enalapril, indapamida y paracetamol, enfrenta la friolera de 800 cajas con aspecto diferente. 

Iguales con iguales
Es de sobra conocido, especialmente por los profesionales de la salud, que lo anterior provoca confusión entre pacientes médicos y enfermeras, induciendo a errores en la medicación. 

Sobre todo en el caso de ancianos y de personas con deterioro mental, con bajo nivel educativo o con baja capacidad para interpretar la lectura de textos que incluyen tecnicismos. 

Jesús Palacios, médico familiar y miembro de un Grupo de Seguridad del Paciente, señala más detalles sobre el tema: “Cuando a un paciente se le cambia el aspecto de la medicación que toma, la posibilidad de equivocación aumenta. 

“Este es un hecho bien conocido internacionalmente, documentado en estudios y alertado por instituciones y agencias reguladoras de medicamentos”, señala el doctor Palacios.

Precisamente por ello, multitud de profesionales sanitarios y sociedades médicas y de enfermería llevan años exigiendo una solución al respecto, de manera que los fármacos sean tratados bajo el lema de: “Si son iguales, que parezcan iguales”. 

En otras palabras, “si dos medicamentos son iguales (mismo principio activo y dosis), que su apariencia sea la misma”.

La otra parte del lema es: “Si dos medicamentos son diferentes, que parezcan diferentes”. 

La idea es sencilla. Incluso se ha propuesto reservar una de las caras de las cajas de medicamentos para dejar un fondo blanco donde se pueda destacar información esencial del medicamento, en lo que respecta a la composición, la dosis y el número de dosis. De esta forma, las posibilidades de confusión disminuirían de manera significativa.

Un asunto de marketing
Desafortunadamente, las empresas farmacéuticas no son partidarias de tales medidas, ya que supone restar visibilidad y protagonismo a sus respectivas marcas. Precisamente, una de las principales razones por las que las cajas tienen apariencias tan diferentes es por una estrategia de marketing: las farmacéuticas buscan diferenciarse por sus diseños. Aun así, tal interés económico debería pesar mucho menos que el interés por disminuir los errores de medicación que, no lo olvidemos, provocan muertes y en el menor de los casos, daños a la salud.

De bajo perfil mediático
Los errores de medicación por apariencias engañosas rara vez tienen repercusión mediática, pero son muy comunes. De hecho, existen Institutos para el Uso Seguro de Medicamentos, que se encargan, entre otras tareas, de alertar y notificar a los profesionales sanitarios de los riesgos de confusión de ciertos medicamentos. Y mantienen listas actualizadas de nombres similares de medicamentos que se prestan a confusión.

Solo en ocasiones, cuando las apariencias de los medicamentos confunden hasta el extremo de provocar la muerte, los medios de comunicación se hacen eco del asunto. 

Cuando las apariencias de los medicamentos engañan, quienes suelen caer en la confusión son los propios pacientes a la hora de tomar sus medicamentos y esto rara vez llega a conocerse. Lamentablemente no existe voluntad política para solucionar este problema, aun cuando la solución supone una cuestión de cambio de diseño. 

No obstante, algunos grupos tratan de concienciar y alertar a la población sobre la importancia de este asunto, que le compete incluso a usted que lee este artículo. 

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