El lado oscuro de la fuerza
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El lado oscuro de la fuerza
Son invisibles pero podemos percibirlas y todo en el universo, incluyendo a los humanos, estamos sujeto a su arbitrio pues todo lo controlan y cada una de nuestras acciones están reguladas por ellas. Son las cuatro fuerzas de la naturaleza que conocemos hasta ahora: Gravitacional, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil. Usted siente todos los días la fuerza de gravedad, esa extraña fuerza que atrae a todos los cuerpos y que provoca que todo lo que sube, tenga que bajar (Aunque algunos políticos se resistan a ello).
Por su parte, la fuerza electromagnética, es la que infiere sobre aquellos cuerpos cargados de energía y que influye en su transformación química, molecular y atómica. Esta fuerza tiene dos lados: el positivo y el negativo. La Gravedad y la Fuerza Electromagnética; son las responsables de mantener unidas las galaxias y las moléculas. La otra es la fuerza nuclear fuerte, la que permite que permanezcan unidos los componentes a un nivel atómico como son protones y neutrones y, por último, la fuerza nuclear débil, la que tiene la responsabilidad ante los neutrinos. Las cuatro fuerzas son el ejemplo de la actuación de la física y la naturaleza en lo infinito y en lo infinitesimal.
Pero es posible que todo lo que habíamos creído por años pueda cambiar. Y es que luego del descubrimiento de las ondas gravitacionales que había predicho Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad, hoy gracias a la extraña y confusa física cuántica, podemos hablar de una posible quinta fuerza de la naturaleza.
Hace unos días, la revista “Nature” publicó un experimento de un laboratorio en Hungría que ha detectado una anomalía en la desintegración radiactiva que podría ser una señal inequívoca de una quinta fuerza fundamental, hasta ahora desconocida. Attila Krasznahorkay, miembro de la Academia Húngara de Ciencias junto a un grupo de colegas, informaron de su resultado sorprendente publicado el pasado mes de enero en la revista científica “Physical Review Letters”. Los científicos húngaros lo habrían logrado disparando protones contra una forma de litio7, dando lugar a un nuevo súper bosón de Higgs, hasta 34 veces más pesado que un electrón.
Lamentablemente, el informe, que postulaba la existencia de una nueva fuerza de la naturaleza, fue pasado por alto y recibió muy poca atención. Pero un grupo de físicos teóricos de la Universidad de California, revisaron la publicación y empezaron a analizar el resultado.
Este grupo de investigadores usaron los cálculos de los científicos húngaros y comprobaron que no existían contradicciones entre esta posible nueva fuerza de la naturaleza con las leyes de la física existentes.
Luego llegaron a la conclusión de que, al menos en teoría, este nuevo “Súper Bosón de Higgs” podría ser detectado y llevarnos a descubrir una quinta fuerza de la naturaleza. “Llevamos a cabo la confirmación de la existencia de una fuerza de la relatividad oscura”, dijo Jonathan Feng, de la Universidad de California.
Días más tarde, dos de los colegas de Feng discutieron el hallazgo en un Laboratorio del Acelerador Nacional de partículas en Menlo Park, California. Los investigadores se mostraron escépticos, pero entusiasmados con la idea de la existencia de una nueva fuerza “oscura”, lo que podría explicar a su vez la intrigante materia oscura que se cree representa más del 80% del Universo. La materia oscura, es algo que los científicos dicen que debe estar allí, pero que no podemos ver.
Sugieren que la nueva partícula descubierta no es un fotón oscuro, sino más bien un nuevo bosón similar al de Higgs, que podría llevar a una fuerza pequeñísima que actúa en un núcleo atómico. Esto, confirmaría la existencia de una fuerza totalmente nueva y diferente a las cuatro conocidas.
Los científicos en Hungría, creen que pueden haber tropezado con esta quinta fuerza que no tiene nada que ver con los jedis, pero que es el tipo de descubrimiento que esperan ayude a contestar preguntas importantes de la física, incluyendo la elusiva y misteriosa materia oscura y la gravedad y, quién sabe, quizás pueda ser la respuesta o la explicación al origen del todo.
@marcosduranf