El laberinto del ‘meme'
Texto: CHRISTIAN MARTÍNEZ Ilustración: ALEJANDRO MEDINA
Con esta maña de intelectualizar todo y -que ojalá nunca termine dentro de la academia-, de realizar estudios sistemáticos de los fenómenos culturales contemporáneos para tratar de explicarlos, o al menos ordenarlos y tenerlos bajo observación, el “meme” ya fue estudiado.
Es muy extenso el panorama que ha venido a transformar el internet y las redes sociales en materia de libertad de expresión y derecho a la información, y el meme es hoy en día uno de los instrumentos de marketing político más utilizado en redes sociales.
Su efectividad influye de gran manera en la opinión pública, al tiempo de ser una de las formas más breves de realizar crítica política y social.
Ahora, cualquier usuario de computadoras, tablets o teléfonos inteligentes tiene la posibilidad de terminar siendo “memeado” dependiendo de lo viral que se vuelva en redes su material de video, fotografía o texto.
Los memes han hecho enojar tanto a los congresistas mexicanos, que algunos trataron de legislar en pro de “moderar” el uso de imágenes de servidores públicos como, por ejemplo, nuestro excelente presidente Enrique Peña Nieto que es, sin duda, uno de los mandatarios de Latinoamérica más “memeados”. Los usuarios de redes de inmediato reaccionaron en contra de estas pretensiones regulatorias argumentando obvias faltas hacia la libertad de expresión.
En una breve y burda definición, el meme es una “Unidad Cultural” cuya finalidad es comunicar una idea haciendo gala de creatividad, escarnio e ironía, que deja un mensaje claro y hace referencia a conceptos dentro de la cultura pop, insertados en la fauna de redes sociales.
“Meme” se parece a la palabra “mimo” por poseer un principio fundamental: la imitación. Aristóteles, en su Poética, habla de este proceso que ocurre dentro de la imaginación del “Sujeto Creador” y la nombra “mimesis” que, también en burdas palabras, significa la imitación de la naturaleza después de realizar una interpretación de ésta y terminando por plasmar dicha idea en algún soporte de información.
La popularización de la visión evolutiva enfocada en los genes, y la introducción de los términos “meme” y “memética” en las teorías de la difusión cultural, apareció por primera vez en “El gen egoísta”, obra de Richard Dawkins, publicada en 1976.
Ese libro es citado por Gabriel Pérez Salazar, maestro investigador de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAdeC, quien publicó el volumen “El Meme en Internet: Identidad y Usos Sociales”, y en entrevista compartió un poco de luz sobre este fenómeno.
“El uso social del meme es amplísimo”, destaca. “En algunos de ellos reconocemos discriminación, racismo, homofobia. Por otro lado, también tienen que ver con actos de catarsis ciudadana. Es una especie de protesta social. Da a conocer el sentir de las personas. Con los gobernantes la sátira y la ironía están presentes”.
“Se utiliza el meme para todo, como se utilizan las palabras”, sentencia el investigador.
Señaló que mucho de los contenidos de los memes son herencia del Cartón Político, el cual existe desde hace dos siglos, pues surgió con la aparición de la prensa.
HISTORIA
Según Pérez Salazar, la dinámica de réplica de una imagen o Unidad Cultural, como lo define la semiótica, se puede rastrear desde el “Cuadrado Sator”, un símbolo enigmático cuyo significado aún es dudoso y que muchos relacionan con fines esotéricos, se replicó en varias partes del mundo. Es un multipalindromo.
“Los cristianos lo ponían en la entrada de su casa para dar a entender que son cristianos. En aquellos tiempos así se usaba. En el siglo 18, 19, se le da otro significado esotérico, y ahora sigue siendo replicado como una ‘unidad cultural’ de información”.
Otros de los antecedentes citado por el catedrático en su libro, es la frase que se atribuye a un trabajador encargado de revisar los remaches de los buques de guerra durante la Segunda Guerra Mundial y dejaba la marca Kilroywashir para indicar que ese remache ya había sido revisado. “Kilroy” era el nombre del trabajador.
“Lo que pasó es que estos barcos llegaban al frente durante la Segunda Guerra Mundial y los soldados observaron la marca y la comenzaron a replicar en tanques, aviones, ametralladoras y en muchos otros los lugares”, subrayó. “Esto es muy interesante porque es la combinación de un elemento gráfico y un elemento lingüístico”.
Este símbolo aún se replica en baños públicos de Estados Unidos. También se hizo meme en redes sociales a propósito de las recientes acusaciones al gobierno de Estados Unidos y la NASA (la agencia espacial estadounidense) por utilizar tecnología informativa para espiar a los ciudadanos.
La imagen representa a un hombre simulando asomarse por la orilla de una barda. En ésta sólo se puede ver los dedos de las manos, los ojos y la nariz y a un costado la frase “KilroyWasHir”.
EL PRIMER TREN DEL ‘MAME’
Con la llegada de internet, las primeras réplicas de memes se dieron con las cadenas enviadas por correo electrónico en 1995, cuando se da la liberación del ciberespacio y cualquier ciudadano con computadora puede utilizarlo.
El “Tren del Mame”, a diferencia del “Meme”, es una crítica masiva hacia algún error o acto controversial hecho por alguna compañía, funcionario público o simples mortales captados en actos moral o éticamente incorrectos; el ejemplo más claro son las “Ladys” y los “Lords” en México.
El investigador de la UAdeC, recuerda que uno de los primerísimos “Trenes del Mame” (mexicanisíma adaptación del “Meme” al español) fue el error All your base are belong to us (traducido como “Todas tus cosas nos pertenecen”), que surgió a partir de la publicación del videojuego Zero Wing. La versión europea en CD ROM presentaba esta frase derivada de una mala traducción del japonés.
Las burlas se hicieron tan famosas que la frase se replicó en varios estados de EU, y está relacionado con las teorías conspiratorias que aseguran que toda la miseria en el mundo es consecuencia de las decisiones de una cúpula que mueve los hilos políticos a nivel global.
POLÍTICA
En el presente proceso electoral que se vive en México, los memes surgen de manera casi inmediata después de que algún candidato realice o diga algo políticamente incorrecto y/o denote incongruencia entre sus acciones y su discurso.
La construcción de memes no son necesariamente puestos en las cuentas de los partidos pero sí son productos de una campaña muy bien establecida con objetivos muy claros de denostar al “otro”, de pegarle, de retomar todos los asuntos que están repartidos en el inconsciente colectivo y son puestos en una imagen, según el investigador.
“Está pasando en todos los candidatos. Un ejemplo claro fue lo que sucedió después del debate con ‘El Bronco’, que antes no tenía una presencia mediática, y después la tuvo gracias a sus propuestas de mochar las manos”, dijo Pérez.
Con la reciente renuncia de Margarita Zavala, en menos de 30 minutos ya había un “meme” montado en las redes haciendo burla a esa acción.
LEGISLADORES
En Sonora y en San Luis Potosí hubo intentos de algunos legisladores locales de censurar los memes. La propuesta inmediatamente se convirtió en “Tren del Mame”, y en dos semanas ambas propuestas habían sido retiradas. Lo mismo ha pasado en Chile y en España.
Sobre los enunciados que hacen los ciudadanos hacía las figuras políticas, las personas comparten lo que quieren compartir. Muchas veces sin verificar la información. Las “Fake News” también se han colado en los “memes” y están llenos de mentiras y falsedades.
“No he observado ninguna restricción en este sentido, y no estoy seguro si debería de haber una restricción al respecto”, expresó Gabriel Pérez. “En todo caso, lo que tenemos que hacer es educar, una ciudadanía educada no se deja llevar por información falsa, ni datos erróneos, ni con un sentido visceral”.
“Una vez que el ciudadano está seguro de por quién va a votar, nada lo mueve. Las campañas van dirigidas a los indecisos”, destacó.
En todo caso, los memes son un medio al que cada vez más personas tienen acceso, ya como creadores, ya como consumidores, y hoy por hoy son las municiones de una forma de crítica social que ha resultado letal para las trayectorias políticas de más de un candidato.