La noticia sobre la suspensión del juego entre Boca Juniors y River Plate no cayó bien en uno de los aficionados del cuadro xeneize que tuvieron que viajar 33 horas dese Tokio hasta la capital de Argentina.

Isamu Kato, de 31 años, fanático de Boca, viajó de Japón para ver la Superfinal de la Copa Libertadores, desde el otro lado del Mundo, para sólo permanecer 24 horas en el País sudamericano, algo que pudo haber sido una experiencia digna de contar, pero que termina en un infortunio para el asiático.

"33 horas desde Tokio. 24 horas en Buenos Aires. La Copa Libertadores es mi obsesión", publicó en su cuenta de Twitter esta madrugada, apenas llegó a Buenos Aires. Y sumó un video suyo cantando un clásico tema de la hinchada de Boca en los pasillos de Ezeiza.

"La lluvia comenzó a caer muy rápido y hay truenos. Esperemos que el partido se pueda llevar a cabo", al menos de que pase algo extraordinario, Kato volverá a Tokio por la noche.

Según el diario Olé, Kato vive en la ciudad de Saitama y trabaja en una empresa que se dedica a empacar productos alimenticios y medicinales. Fue en el 2000, cuando Boca de Claudio Bianchi le ganó la Copa Intercontinental al Real Madrid, en ese momento Isamu tenía 12 años y se apasionó por el equipo.

“Lo vi por la tele, llevamos más de diez mil bosteros, fue único”, explicó. Desde ese día su pasión por los colores se agigantó y Kato viajó ocho veces (esta es la novena) a Buenos Aires para alentar al equipo de La Ribera.

El hincha asiático ya había sido noticia por ir a alentar a Los Pumas, equipo de rugby en tierras pamperas, en 2016 y por ser el único hincha de Argentina en el Mundial Sub 20 de Corea en 2017.