El Islam frente al mundo

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El Islam frente al mundo

El Islam frente al mundoLos sucesos de Francia son el resultado de dos estrategias culturales y económicas del mundo actual que marchan en sentidos contrarios. Es evidente que la muerte de inocentes es condenable desde cualquier posición ética o religiosa que se tenga; incluyendo la militar. Por la gravedad del atentado en París se han escuchado las voces de una de las partes, en este momento la parte ofendida. No cabe en la cabeza que un grupo armado se coloque frente a un bar en el que la gente está disfrutando de la bebida, pero más que de eso de la amistad. Para emborracharse se tiene la propia casa pero uno va a un bar a conversar y a gozar de la amistad de otros, de la música y del ambiente. Y si estando en eso llega intempestivamente alguien de quien ni se conoce la existencia y éste empieza a disparar sin ton ni son y a matar gritando la consigna: “¡Alá es grande!”, ya es otra cosa. 

Es una muestra de barbarie que no puede ser más que rechazada. Matar en nombre de un dios no es cualquier género de homicidio sino uno ritual, litúrgico, simbólico…, inicuo.
No hace muchos años que el Presidente de los Estados Unidos de América declaraba la guerra a Irak sin la menor justificación y al momento de enviar las tropas a matar inocentes, porque murieron miles, acudió a un templo cristiano y públicamente pidió ayuda a su dios para que esa guerra fuera ganada por “nuestros muchachos”. Si tomamos esto en serio podremos ver que en ambos casos hay quien llama a su propio dios como sostén moral y mata a quienes ya declaró culpables de algo que en los dos casos no es diáfano.
George W. Bush sabía que Irak no tenía armas de destrucción masiva, que sólo era un pretexto esgrimido y, a pesar de ésto, declaró la guerra y bombardeó ciudades sin medir consecuencias. Estados Unidos venció en el Golfo Pérsico. Bush, vaquero del oeste, ahorcó de una forma desalmada y pública al gobernante de ese País. 

¿No le parece un vándalo? Hasta ahora ha habido en Irak 650 mil iraquíes muertos y poco menos de cinco mil americanos. Ese es el saldo. En Irak reinaba un tirano, de lo cual no hay dudas, pero tenía a las diversas facciones musulmanas bajo control y ninguna se atrevía a ofender o atacar a la otra. Una vez sin dictador cada grupo religioso se sintió con fuerza para sacar beneficios particulares.

El filósofo francés Jacques Derrida, que nació en país árabe y siempre tuvo un pensamiento comprensivo hacia ese pueblo, dijo que la guerra contra Irak fue una muestra de “deconstruccionismo”. Éste es un concepto por el que se estudia el discurso, las teorías, los elementos con que se argumenta y se justifica algo para analizarlo y comprenderlo en su profundidad en vez de aceptarlo como se esté proponiendo. Derrida “deconstruyó” el discurso de Bush y toda la parafernalia americana y europea que montó verdaderas obras de teatro para justificar el despojo del petróleo a los países árabes. Dijo que uno no conoce el motor  de un carro sino hasta que se descompone: la Guerra de Irak fue la descompostura del mundo.

Ahora contemplamos el triste espectáculo de 129 asesinados en París sin tener en cuenta los miles que en Estados Unidos, Rusia y Francia han muerto en Siria, Irak, Afganistán, Libia y otros países. Además, esos tres países han sido los que surten las armas para que se maten entre sí los distintos grupos musulmanes en nombre de Alá. 

Alá o Jesucristo, entendamos que deberíamos estar todos en contra de cualquier género de justificación religiosa. Esos dioses, al igual que los de la Ilíada, ya no pueden ser aprobados más que como literatura y sus dichos nada más que como metáforas. Aclaremos que el Jesús de Bush no es el del Evangelio.

Lo que nos ha tocado ver es sumamente grave y si somos justos debemos equilibrar la calificación y el análisis. Ver las dos verdades. Por el número de muertos hasta ahora los islamistas están perdiendo. Por el salvajismo de los hechos los americanos y rusos se llevan la partida. Ahora será muy difícil que pueda soñarse con el olvido y menos con el perdón. La barbarie está del lado árabe tanto como del cristiano.