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El infierno en la tierra (Parte 2)
La semana pasada comenzamos el tema de la realidad de las perreras en México, fue un poco crudo y tal vez difícil de leer para algunas personas, pero la parte complicada viene hoy. Lo más difícil para los seres humanos es hacernos cargo de las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Vamos a cuestionarnos ¿Qué hemos hecho para que estos lugares existan y sean así? y ¿Qué puedo hacer yo?
Ahora que sabes la dinámica de las perreras y los métodos de sacrificio más comunes, no queremos dejar de mencionar que además de la electrocución, como buenos mexicanos nos hemos puesto creativos y hemos encontrado muchos otros métodos de sacrificio para los animalitos en las perreras que tal vez ni te imaginas. Entre ellos se encuentran los golpes y la asfixia. ¿Te imaginas la falta de sensibilidad que tiene que tener una persona para hacer eso? ¿Cómo podemos esperar que trate a las personas fuera del trabajo, o a su familia? Es un trabajo que a la larga termina afectando tu psique y es peligroso que una persona desarrolle tal nivel de insensibilidad o pierda la empatía y compasión por otros seres vivos a ese grado; se convierte en un peligro para otras personas porque, si puede matar animales, nada garantiza que no pueda hacerle daño a la gente. En Estados Unidos está comprobado que todos los asesinos seriales comenzaron maltratando y matando animales, lo mismo hacen los sicarios en nuestro país como entrenamiento básico para poder hacerlo luego con personas, pues es un proceso gradual. Se ha filtrado información de perreras en México en las que los empleados han vuelto del sacrificio; UN JUEGO. Alguien que se divierte y disfruta de maltratar o matar animales puede ser un agresor o asesino en potencia... cuando menos una persona narcisista, psicópata o sociópata. No es casualidad que México se encuentre entre los primeros puestos de violencia social en América Latina, pues el alto índice de maltrato animal está estrechamente relacionado.
Somos la razón de que las perreras existan y funcionen de esa manera. Porque no esterilizamos y los animales se reproducen de manera desmedida, seguimos creyendo mitos estúpidos como que tenemos que buscarle novi@ a nuestra mascota, o somos tan egoístas y superficiales que preferimos ver nacer cachorros de raza en nuestro patio, que adoptar a los que ya nacieron en la calle. Porque no somos dueños responsables y abandonamos al 70% de los animales que hoy están en la calle, cantidad que asciende a los 27 millones de perros y gatos. Porque no queremos identificar a nuestras mascotas con una plaquita y las perdemos todos los días. Porque seguimos comprando animales por internet o en aparadores en lugar de salvar a uno de los 300 que sacrifican a la semana en Saltillo. Porque no exigimos que las cosas cambien y no nos involucramos. Porque somos indiferentes. Porque no tenemos empatía. Porque estamos esperando que alguien más lo haga.
Dicen por ahí que México no domina el mundo porque no quiere, ¡Y las barbaridades que pasan en la perrera son la prueba! imagina que pusieramos a todo ese personal con toda esa creatividad aplicada en cosas positivas a trabajar en esas mismas instalaciones que ya existen, o incluso en refugios y albergues que rescatan animalitos y los dan en adopción. Claro que para que esto sea factible, necesitamos que la gente deje de comprar o reproducir animales y mejor los adopte y esterilice.
Si tan solo el gobierno destinara el dinero que destina a las perreras a más campañas de esterilización, de concientización y educación, a la gestión de leyes que sancionen y prevengan el maltrato animal, que regulen la tenencia responsable de mascotas y su reproducción, ayudar a sostener la labor de rescatistas y asociaciones… ¡hay tanto por hacer! sabemos que somos más los buenos, y estamos seguros de que un cambio en la cultura del cuidado de animales, tendría en consecuencia un efecto positivo en la sociedad y disminuirían los índices de violencia también. Una sociedad que es más empática, más sensible y más responsable con los animales, lo es también consigo misma.
¿Qué debes hacer? Primero, reflexionar y seguir investigando todo lo que puedas, como dijimos en la columna anterior; la única manera de poder atacar un problema es conociéndolo y visibilizándolo (Te recomendamos la página de elmuro.mx). Ayuda a concientizar a las personas a tu alrededor sobre la importancia de detener la reproducción desmedida de animales y de adoptar y esterilizar. Educar a los más pequeños sobre el respeto a todos los seres vivos y la responsabilidad que tenemos como “raza superior” de su bienestar, es indispensable para nuestro bienestar también.
Ginger y todos los perritos de Brigada Rescate esperan encontrar un hogar donde los quieran mucho y donde puedan compartir todo el amor que tienen para dar. Esperamos que sigas leyéndonos y que nos acompañes en nuestras redes sociales. Búscanos en Facebook e Instagram como Brigada Rescate Saltillo. #JuntosDejamosHuella