El impuesto sobre nóminas y la iniciativa privada
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El impuesto sobre nóminas y la iniciativa privada
Cuando se implementó el impuesto sobre nóminas, cuyo carácter es estatal y cuyo nacimiento se dio durante el gobierno del Lic. Eliseo Mendoza Berrueto, se plasmaron los términos de operación para su funcionamiento, entre los que se habla de la formación de comités para que con los recursos que se recaudaran se decidieran las obras que se llevarían a cabo, según la región donde se cobraran.
Esos comités los conformarían patrones y funcionarios del gobierno, con el objetivo de que fueran partícipes de las decisiones tomadas para la creación de infraestructura en todo el estado, lo que habla de una justicia distributiva de la captación fiscal, acción que debe alabarse pues si el exgobernador no hubiera querido el dinero pasaría simplemente al cajón general de los ingresos estatales y poderlos emplear en obras en donde no participaran los señores del dinero, prescindiendo del beneficio general, sin embargo, esa interacción abona a las relaciones con uno de los poderes fuertes.
De esa fecha para acá ya han pasado 25 años, mismos que han transcurrido a veces con un estira y afloja para ponerse de acuerdo las dos partes en la toma de decisiones para la construcción de las obras que seleccione el comité.
La administración anterior, en una de sus medidas y pasando por alto la normatividad establecida para la operación del gravamen, ofreció darlo en garantía de la deuda pública que Coahuila tiene con los bancos acreedores mediante el recurso de libre disposición por un tiempo definido, que al parecer ya terminó ese sustento, espacio en que el impuesto no fue utilizado para hacer obras, lo que además de violar disposiciones legales castigó a las ciudades del Estado a una abstinencia de la citada infraestructura.
Ya en estos tiempos, recientemente, los miembros de la iniciativa privada han solicitado al secretario de Finanzas que les envíe la lista de las obras que deberán estar a discusión para que sean edificadas con los recursos del citado impuesto, pero que al parecer existe cierta resistencia de la parte oficial, lo que quiere decir que el secretario se empeña en retrasar en tiempo y forma su aplicación, dando pie a que los recursos obtengan menos valor y las obras cuesten más caras.
El encargado de las finanzas estatales debe recordar que no son opcionales las reuniones con el comité ni pasar inadvertidas las solicitudes que le puedan hacer los patrones para la mejor comprensión de la problemática prevaleciente en las ciudades, de manera que en el momento de las juntas ayude a su mejor solución, ya que de lo contrario se podría provocar un entorpecimiento de las obras a construir e inducir a un posible atraso de la ciudad con las consecuencias en detrimento de la calidad de vida de la ciudadanía.
Ya en otras entregas he comentado que el ritmo que debe seguir nuestro estado para su desarrollo debe estar sustentado en una política económica y que para dirigirlo se requiere una persona con gran experiencia en esta materia, en donde se vislumbre una planeación a largo plazo, y precisamente parte de ese desarrollo se evidencia con las obras de infraestructura que se construyen con recursos del impuesto sobre nóminas.
Los patrones, hasta donde se sabe, cumplen en tiempo y forma con su deber recurriendo a las oficinas exactoras a su disposición en los bancos o mediante las transferencias correspondientes, cumpliendo con la obligación que les corresponde como contribuyentes y sobre todo en este caso en particular, en donde se refiere a una contribución estatal con un tratamiento especial en el sentido de que la recaudación sea destinada a la creación de infraestructura, y que sin ver resultados por parte de la autoridad aun estando plasmada su operación, desanima al sector pudiente que podría dar lugar a un enfriamiento en las relaciones.
Hasta donde se ha visto, el Gobernador ha logrado desplegar puentes a fin de mantener una empatía con la fracción de los adinerados, tan es así que si bien no andan de la mano, por lo menos no se sacan la lengua.
Cuidado, no es aconsejable pelearse con el dinero, aunque diga el Presidente que ya logró separar el poder político del poder económico.
Se lo digo EN SERIO.
@aguirreperalesf