El hachazo
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El hachazo
Cuando la semana pintaba paldísima en temas de futbol y la raza andaba más entretenida con la nueva coproducción de Televisa y Columbia Pictures en sociedad con Delcastillo&Penn Productions Inc., saltó un jugador argentino llamado Daniel Ludueña para lanzarse como chivo en cristalería y armar un despiporre con sus declaraciones.
Mientras los amantes de las patadas y pelotas de futbol le echaban un ojo al gato, de lo que dijo Ludueña, le echaban otro al garabato del coqueteo de chavitos de la secu, entre el Capo Chapo que le tiraba los perros gacho con todas las intenciones de suministrarse a la Reyna del Sur y atestiguar de viva voche la causa, razón o circunstancia por la cual el ínclito Doctor García, inmortal ya del salón de la Fama en el Ejido Pachuca, despreció a Kate.
No importa que en persona parezcas un elotero o ejidatario de "La Popocha" en Badiraguato, Sinaloa, y no importa que uses camisas hechas con las cortinas de tu tía, si apareces en Forbes y tienes mucha lana, aspiras a ser "amigo" y potencialmente a merendarte una actriz y ofrecerle cuidarla más que tus hijos, digo, a tus ojos, porque a tus hijos no, si ya te mataron uno.
Y mientras se ponían de acuerdo si fue de casualidad, o con una operación bien montada, si al tal Iván Gastélum, el jefe de guaruras del chaparro, lo pusieron a posar ya matado y lleno de sangre o lo agarraron junto a su jefe en una alcantarilla o en un auto rojo, sin querer queriendo, Ludueña desmentía que fuesen los extranjeros los responsables de la falta de oportunidad para los jóvenes futbolistas nacidos en tierras de Valle de Anáhuac y leguas a la redonda.
Daniel dijo que los chavos se tiran a la cómoda, cuando ya traen carrito, dos pesos en la bolsa y celular Aifon7 (o no sé en qué número van).
Ludueña no dijo mentiras...
Sin embargo, le salió un hilillo de sangre por la comisura de los labios. Se mordió la lengua.
Por supuesto que lo recordamos a él como todo un novato en River, saliendo a comerse la cancha todos los días de juego.
Cuando llegó acá, ya había bajado dos rayitas a su intensidad y tiene por lo menos tres años cobrando por entrenar y salir "administrarse" en los partidos. De pronto un día juega un buen partido y descansa varias semanas...
Sin embargo, eso no quita que tenga razón Ludueña al responsabilizar a los chavos mexicanos de sentirse futbolistas,
profesionales, ganar bien y creer que ya la hicieron cuando aún ni debutan en Primera. Estuvo certero el hachazo.
Ya se tatúan como Messi, caminan como divas entaconadas, usan gafas ahumadas aunque esté nublado o en interiores, se peinan como Cristiano Ronaldo, usan ropa de marca, y autos BMW, Bora, Passat, Audi o Mercedes... quieren parecer figuras, pero el futbol que muestran es de cuarta....
No tienen ambición, no tienen hambre... ¿de qué?.. si ya tienen dinero, auto, muchachas que los persiguen por ser famosos, aunque estén feos...
Tiene razón el argentino... si estos chavos no reaccionan, seguirán trayendo madera de importación.
Los extranjeros y naturalizados no son causa, son efecto de una situación, de que si los mexicanos no aspiran a ocupar su lugar en la cancha, seguirán llegando del cono sur.
¿O tú cómo ves?