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El Gobierno catalán lleva su plan secesionista en el corazón de Madrid
El acto celebrado en el Ayuntamiento de la capital con el título "Un referéndum para Cataluña. Una invitación a un acuerdo democrático" tuvo lugar en medio de una nueva escalada de tensión entre el Gobierno catalán, que impulsa una consulta secesionista, y el de Rajoy, que lo rechaza de plano.
"El Estado español no dispone de tanto poder para impedir tanta democracia", sostuvo Puigdemont en la conferencia al reclamar la consulta. "Lo único que queremos saber es qué quieren los catalanes para su futuro, y en democracia la única manera de saberlo no son las encuestas, sino un referéndum".
El líder catalán se mostró abierto al diálogo con Rajoy y lo invitó "formalmente" a iniciar negociaciones, pero aclaró que seguirá adelante con su plan también si no llega a un acuerdo con Madrid.
"Celebraremos el referéndum y será a partir de entonces cuando propondremos un nuevo diálogo, pero entonces no será para celebrar la consulta, sino para implementar el nuevo Estado catalán, que mantendrá sus lazos con España que nada ni nadie podrá seccionar".
El Gobierno catalán viene organizando diversas conferencias y actos para promover el referéndum, pero la fuerza simbólica del lugar elegido para la conferencia de hoy y el contexto político que la rodeó generaron una inusual expectativa mediática y política.
Unas 200 personas protestaron ante el Ayuntamiento madrileño liderado por la izquierdista Manuela Carmena, que dio luz verde al acto. En la sala pudo verse a varios funcionarios de la plana mayor de la política catalana y a Pablo Iglesias, líder del partido de izquierda "Podemos". No asistió ningún miembro del Gobierno de Rajoy.
La conferencia coincidió con la publicación de hoy en el diario "El País" de un supuesto borrador del Gobierno regional catalán para activar la independencia inmediata de Cataluña si Madrid impide la consulta secesionista, prevista en teoría para septiembre u octubre.
"Si el Estado español impidiera de manera efectiva la celebración del referéndum, esta ley entrará en vigor de manera completa e inmediata cuando el Parlamento constate este impedimento", citó el diario el texto del borrador.
En una rueda de prensa, Rajoy tachó de "chantaje" y "amenaza" esa presunta Ley de desconexión y la consideró "un disparate jurídico" que busca "liquidar un Estado nacional". "Es muy difícil encontrar un precedente tan antidemocrático", concluyó.
Con información de DPA