Miami (EE.UU.).- El gobernador de Florida, Rick Scott, pidió hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la declaración de desastre en el estado por el huracán Irma, lo que permitiría la llegada de fondos federales.

En una rueda de prensa y tras conversar por teléfono esta mañana con Trump, Scott explicó que esa medida ayudaría a "traer importantes recursos federales y ayuda a Florida".

"He hablado con el presidente casi cada día, así como hoy. Estamos trabajando de manera muy cercana con el Gobierno federal para garantizar que los floridianos tienen los recursos que necesitan para esta tormenta", indicó.

Trump firmó hoy la declaración de desastre en Puerto Rico por Irma y amplió la ayuda federal de la declaración de desastre del jueves para las Islas Vírgenes estadounidenses, azotadas con dureza por el huracán.

El director de la oficina de Gestión de Emergencias de Florida, Bryan Koon, explicó que la ayuda federal sería de gran utilidad para dar asistencia a los ciudadanos nada más que pase la tormenta.

Asimismo, los fondos serían una importante contribución para las agencias locales y estatales en la tarea de reconstrucción tras el huracán, así como para las organizaciones caritativas.

El potente huracán Irma ha dejado sin electricidad ya a más de un millón y medio de clientes en Florida, un 15 % del total, tras tocar tierra esta mañana en los Cayos, el extremo sureste de Estados Unidos.

Así lo indica en su último balance, de las 11.45 hora local (15.45 GMT), la oficina de Gestión de Emergencias del estado, que va actualizándolo a lo largo de la jornada en su cuenta de Twitter.

Irma prosigue su imparable avance hacia el territorio continental de Florida, donde sus efectos se sintieron ya desde varias horas antes de su llegada en forma de inundaciones, subida del nivel del mar y poderosos vientos.

Hasta ahora han muerto al menos tres personas en Florida a consecuencia de las adversas condiciones climatológicas provocadas por Irma, actualmente un huracán de categoría 4.

Antes de llegar a Florida y con categoría 5, el ciclón causó unas 30 muertes y cuantiosos daños materiales a su paso por el Caribe.