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El futuro incierto que tienen niños inmigrantes en México
Martín tuvo que huir de San Marcos, en Guatemala, acompañado de su esposa y su dos hijas, “Paula” y “María”. Las pandillas comenzaron a hostigarlo cuando montó un pequeño negocio de venta de teléfonos celulares.
Lo amenazaron con matar a alguna de sus hijas. Presa del temor, tuvo que escapar sin dinero ni comida y sólo con la ilusión de recobrar la paz en tierras extrañas.
“Salir huyendo de mi país con mis hijas me hace sentirtranquilo, porque va mi familia conmigo, pero aquellos niños que vienen solos, que cruzan la frontera solos, a lo que se enfrentan no es una vida fácil; es muy difícil”, afirma.
Como Martín y los suyos, cientos de familias y niños han salido de Centroamérica por la violencia que impera en países como Guatemala, Honduras y El Salvador.
INTERVIENE GUATEMALA
El Gobierno de Guatemala ha puesto en marcha un programa para disminuir los índices de emigración de niños no acompañados y adultos.
A través de la campaña “quédate”, el Ministerio del Trabajo, la Secretaría de Bienestar Social y el Ministerio de Relaciones Exteriores promueven centros de formación para niños retornados y aquellos susceptibles de salir del país y emigrar hacia México.
FALTA DE INTERÉS
El Centro de Dignificación Humana ha documentado el aumento de casos en niños y padres que buscan refugio en la frontera sur de México.
Según Luis Villagrán, titular de esta asociación civil en Tapachula, las oficinas del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Chiapas no tienen interés ni capacidad de atención para los menores migrantes que llegan a esta parte del país.
“Literalmente, están bateando a todos los menores. Personalmente he llevado seis casos con la procuradora del DIF y ella me dice que no se hace responsable”, afirmó el activista, quien lamenta que en México la situación no pinta un panorama alentador para los migrantes.