El flujo de dinero en la economía

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El flujo de dinero en la economía

La problemática económica nacional sigue siendo complicada y al parecer no cambiará como ya se ha dicho en esta misma columna anteriormente. Los primeros datos sobre enero de este 2021 apuntan a un rango de crecimiento entre -0.3% a un 0.2% optimistamente para el primer trimestre del año. Era de esperarse este resultado porque el ciclo económico de México tiene en su parte baja a los meses de enero y febrero por la gran cantidad de pagos “extras” que se tienen que hacer como impuestos, reinscripciones escolares y hasta seguros de autos. Por ello, el crecimiento de 0.1% real del indicador general de la actividad económica (IGAE) para enero de este año, no es una sorpresa.

Uno de los problemas económicos en este momento es la falta de circulación del efectivo. El fenómeno presente es que ni las empresas ni las personas están pagando a tiempo o pagando deudas. Por el contrario, están deteniendo el dinero y por consiguiente, reduciendo la capacidad de generación de crecimiento y haciendo desaparecer empresas y actividades productivas individuales, casi empresariales, lo que obliga a estas personas a buscar nuevamente trabajo como empleados y a los dueños de las empresas desaparecidas a hacer lo mismo.

El fenómeno anterior se explica así, un plomero que trabaja para una pequeña empresa de manera esporádica no ha recibido ningún pago en tres meses, pero tampoco otras empresas a las que les da servicio le han pagado. Ante la incapacidad para generar dinero para llevar a su casa, el plomero decide abandonar su actividad y buscar trabajo como empleado en una sola organización. Este hecho ocasiona dos problemas, el primero es que el mercado laboral, en este momento de contracción no tiene capacidad suficiente para seguir absorbiendo trabajadores y en consecuencia, se dará un desempleo crónico mayor. El segundo asunto es que al dejar de pagarse estos servicios de manera independiente, se reduce el flujo de circulante y las compras sobre todo a las pequeñas empresas, se reducen. Las microempresas dependen en un 97% de efectivo ya que no tienen capacidad para manejar tarjetas u otros medios de pago porque sus ganancias no dan para ello. Las empresas desaparecidas en México son sobre todo microempresas del sector comercial.

La práctica común de pagar a los 90 días o más a los proveedores está prohibida en ciertos países para evitar el daño colateral que esta práctica genera. Hay que ser claro, el argumento de que se paga a ese tiempo porque así pagan los clientes, sólo se podría justificar en ciertas industrias en donde hay que probar el producto para evitar accidentes o pérdidas muy grandes. En el caso de Dinamarca, para evitar el daño económico por largos periodos de impago, está prohibido pagar a un proveedor en plazos mayores de 60 días, caso contrario, las penalizaciones a las empresas se hacen por la vía fiscal y como porcentaje del adeudo. Además, este mismo dinero sirve para dar apoyos a quienes no reciben el pago a tiempo, o en su defecto nunca lo reciben porque la empresa a la que vendieron quebró.

En México el caso es contrario, ya que una empresa (o persona) puede esperar meses a que le paguen y terminar quebrando por falta de liquidez. El mismo gobierno en todos sus niveles tiene prácticas muy malas de pagos a proveedores. Se calcula que cuando menos una de cada 12 empresas proveedora de cualquier nivel de gobierno en México nunca recibirá el pago correspondiente, con la quiebra asegurada. Se debe tener cuidado para que la economía funcione mejor a pesar de las carencias que se tienen.

Es necesario entender que el flujo continuo del dinero es un factor importante dentro de cualquier economía. Se le llama velocidad del dinero y es capaz de hacer crecer los países si se maneja bien por parte de las autoridades financieras. Hasta el momento, el Banco de México ha tenido resultados excelentes en cuanto al costo del dinero y su emisión, pero las empresas y los diferentes niveles de gobierno han entendido el rol que juegan con el manejo de efectivo y el gasto de inversión que realizan. Retenerlo sin fundamento no ayuda en nada a que la economía crezca. De hecho, una de las quejas actuales del ciudadano y de las pequeñas empresas es que “no hay dinero”. Los flujos se interrumpen, a pesar de que se tiene que pagar. Sin embargo, la economía se detiene y los negocios cierran.

La protección de las empresas y del empleo pasa por la responsabilidad de cumplir obligaciones de pago, y por la prontitud con que esto se haga ya que hay crisis sanitaria. Un millón 200 mil empresas desaparecieron del sistema económico nacional el año pasado, más de 3 millones de empleos no regresarán este 2021 y el gobierno tiene un faltante presupuestal que ronda el 20%. Es un hecho que vendrán más impuestos para el siguiente año y que a pesar de lo que se dice, el país no tendrá un 5% de crecimiento. Ya está muy clara la trayectoria en este rubro, y si acaso se podrá alcanzar en todo el año no más de 1.8%. Sin embargo, no sólo el gobierno lleva una mala planeación, las empresas han contribuido a desaparecer otras empresas y otros actores de la población.

La mejora económica nacional requiere también responsabilidad empresarial para mejorar el flujo del dinero, que de por sí es poco, pues se hará más poco por una retención innecesaria. Ahora no hay otros datos, sólo los que muestran que no se ayuda a que el dinero fluya para mejorar la economía.